La fiesta mariana convocó en la base italiana de la misión de paz de la ONU, a representantes de diferentes Iglesias y corrientes islámicas.
La diversidad puede ser riqueza. Lo demuestra el Líbano, uno de los países de Medio Oriente y del mundo con el mayor número de confesiones religiosas. De los 6 millones de habitantes, el 54% son musulmanes, repartidos en mitades entre chiitas y sunitas, el 40% son cristianos, el 21% son de rito maronita, el 8% son griegos ortodoxos, y el 11% pertenecen a varias iglesias cristianas. Hay además un 6% de drusos.
Esta diversidad, no ha sido siempre motivo de divisiones. Lo demuestra la iniciativa de celebrar la festividad de la Asunción de María, el pasado 15 de agosto, celebrando una misa en seis idiomas diferentes en la base, en Shama, del contingente militar italiano que, como parte de la misión de la ONU (Unifil), vigila la paz entre Líbano e Israel.
El capellán militar italiano participó junto con el metropolita griego ortodoxo, el arzobispo maronita, un representante de la Iglesia ortodoxa de Constantinopla, y con intervenciones de los muftí chiita y suní.
El capellán, padre Salvatore Lazzara, destacó como la figura de María “une a cristianos y musulmanes. Y celebrar juntos a los militares de la misión Unifil es el ejemplo de un camino de paz y de convivencia”.
Muchos soldados islámicos de los 12 contingentes militares que conforman el Sector Oeste del Unifil participaron del evento religioso. “Como peacekeeper que somos, tratamos de favorecer el diálogo a través de lo que nos unes y que tenemos en común. Más allá de la fe profesada por cada uno, la celebración de la Asunción nos da una gran oportunidad en este sentido”, dijo el general Francesco Olla, jefe del contingente anfitrión. “Por ello, desde hace tiempo, decidimos compartir, además que entre nosotros, con la población local, los sentimientos y las raíces culturales que nos unen a la Virgen María, conocida como Reina de la Paz”, sostuvo el militar.