El valor promedio supera los 28 dólares. “Es más barato viajar a la Argentina para proveerse de fármacos”, sostienen la entidad que reúne a consumidores.
En Chile los medicamentos originales comercializados son los más caros de toda Latinoamérica, superando en un 38% el precio de venta promedio en la región. Según publicó el diario chileno El Mercurio, este tipo de medicamento -también conocidos como innovadores- se comercializan a 28,5 dólares en promedio, solamente acercándose a los valores en México (28 dólares).
Hernán Calderón, presidente de Conadecus, entidad que reúne a consumidores y usuarios, aseveró que “sale más barato comprar pasaje ida vuelta y comprar el fármaco en Argentina. Sale tanto más barato que se compensa el viaje e incluso ahorras plata”.
Por su parte, la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, explicó que “según los laboratorios, son las farmacias las que suben los precios. Estas dicen que son los distribuidores los que los suben”. El Gobierno espera transparentar este proceso con la nueva Ley de Fármacos II. “De esta manera vamos a saber cuáles son las utilidades de los actores”, indicó Daza.
Sin embargo, en el estudio realizado por la consultora IMS Health se destaca que los precios promedios de venta a público de medicamentos en Chile son de solamente 9,3 dólares (6 mil pesos), uno de los más bajos de la zona.
Además, en el caso de los genéricos, Chile tiene los precios más bajos, llegando solamente a 1,7 dólares (1.100 pesos).
Ante el gasto elevado de medicamentos, algunas comunas chilenas han instalado farmacias con precios muchos más bajos, aunque el acceso a ellas no es el más fácil. La cuestión de la salud en el país es antigua: el sistema público es de calidad dudosa, tiempos largos de espera que complica el acceso. La salud privada, en cambio, es por lo general cara y los planes de salud son accesibles apenas por el 30% de la población. Pese a disponer de un plan de salud, igualmente el paciente que se atiende, por ejemplo, para una intervención deberá pagar medicamentos, eventual atención de emergencia, y una serie de gastos que no están incluidos en la cobertura. Las mujeres, además, pagan más que los varones.