El gobierno de Boris Johnson se resiste a aplicar las medidas de confinamiento de tres semanas, sugeridos por laboristas y científicos del Reino Unido.
Mientras tanto, la ciudad de Londres entró en un lockdown el sábado 17 de octubre, al haber alcanzado el nivel Tier 2, un alerta significativo. Hay serias restricciones para socializar y desplazarse. Las autoridades municipales invitan a evitar el transporte público. Los negocios cierran entre las 22 y las 5.
En la Cámara de los Comunes el secretario de salud británico, Matt Hancock subrayó “El número de muertes se ha duplicado en los últimos doce días, y se distribuye en forma exponencial. La situación es peligrosa.”
Inglaterra promueve un cierre más estricto, pero exigen del gobierno de Johnson apoyo económico para la población y las empresas.
Las autoridades galesas y de Irlanda del Norte, ya cerraron sus fronteras.
“Se pedirá a todos los ciudadanos de Gales que se queden en casa”, ha dicho el ministro principal galés, Mark Drakeford, al anunciar una medida “corta” y “drástica” con la que quiere contener esta segunda ola de casos de coronavirus, según medios británicos.