La justicia lo sentenció seis años. Habría beneficiado de coimas en el marco de la red de corrupción armada por Odebrecht.
La sentencia que condena a seis años de prisión en primera instancia contra el vicepresidente sin funciones de Ecuador, Jorge Glas, ha echado por tierra la línea de defensa que aseguraba la inocencia del dirigente del partido oficialista Alianza País.
Glas es el político ecuatoriano de mayor rango condenado hasta ahora por la red de sobornos armada por la constructora brasileña Odebrecht.
Es, además, amigo y aliado político del ex presidente Rafael Correa, quien sostiene que el proceso tiene motivaciones políticas y es una operación para invalidar el proceso de cambios impulsados por la llamada Revolución Ciudadana, el proyecto social y político del movimiento de izquierdas Alianza País.
La defensa, alega que la pena máxima prevista por asociación ilícita es de cinco años, por tanto, se estaría violando el código penal. Sin embargo, el tribunal consideró múltiples delitos.
Odebrecht ganó licitaciones para realizar grandes proyectos nacionales. Según un informe difundido en diciembre de 2016 por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, la empresa brasileña pagó 788 millones dólares en sobornos en doce países de Latinoamérica y África. En el caso de Ecuador, la constructora pagó coimas por valor 35,5 millones de dólares a “funcionarios del Gobierno”, de los cuales la justicia ecuatoriana consideró probado que Glas se benefició con más de 13,5 millones de dólares, su tío Ricardo Rivera, también condenado.
“¡Condenaron a un inocente! Un juicio lleno de tantas irregularidades tendrá que ir a instancias internacionales”, afirmó Correa por Twitter al enterarse del fallo, que la Defensa de Glas apelará.
Glas había llegado por primera vez a la vicepresidencia en 2013, integrando una fórmula con Correa. El presidente Lenín Moreno y Glas vencieron en las elecciones de abril pasado en una campaña con un fuerte apoyo de Correa, pero poco después de iniciar la actual administración, diferencias políticas llevaron al gobernante a retirarle las funciones a Glas, quien ya estaba siendo procesado por el caso Odebrecht, y Moreno lo despojó de sus funciones.
El condenado defiende su inocencia y la inexistencia de pruebas. Los magistrados consideraron en cambio probada su responsabilidad. Deberá esperarse la apelación para verificar si las acusaciones resistirán un segundo análisis de la justicia. Mientras tanto, Glas purgará la pena en la cárcel.