En la conferencia de prensa posterior a un partido por las semifinales de la Liga de básquet de Lituania se produjo un diálogo entre un entrenador y un periodista que no tiene desperdicio.
El deporte súper profesional, cualquiera sea la disciplina, se ha convertido en muchas ocasiones en el rey que impone las reglas, sin posibilidades de contradecirlas, incluso cuando se trate de situaciones tan maravillosas como es la llegada de un hijo.
Los sponsors por lo general presionan para que así sea. Son los que ponen el dinero para que las estrellas brillen en la cancha. Se entiende. Pero también los medios de comunicación, a través de algunos periodistas, muchas veces incitan y alimentan ese exitismo, sin entender que quienes visten y defienden los colores de un club, cualquiera sea el deporte, son personas que sienten y viven emociones que van mucho más allá de lo que puede suceder en un partido.
Así quedó reflejado en el diálogo entre Sarunas Jasikevicius, entrenador del Zalgiris Kaunas, de la liga de básquet de Lituania (uno de los países de gran tradición en este deporte), y un periodista que le recriminaba haber dado de baja para ese partido al jugador brasileño Augusto Lima, quien había sido padre recientemente. La respuesta del técnico es tan sencilla que rompe con todas las reglas que muchas veces se imponen desde afuera.
Muy buena la nota, no solo en el deporte. Se de casos en los que los contratos (por ejemplo en algunas instituciones científicas) prohíben la maternidad durante una beca postdoctoral, en países en los que es legal el aborto… Todo al revés