Lo construye el informe anual Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz: actúan en 275 municipios de 28 departamentos del país.
El mapa de la fuerza de las bandas criminales y de los grupos paramilitares en Colombia presentado por el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), aporta elementos preocupantes. Según el estudio realizado, en los primeros seis meses de implementación del Acuerdo de Paz se detecta la presencia de grupos “narcoparamilitares” en 275 municipios de 28 departamentos del país. En cinco departamentos (Córdoba, Chocó, Meta, Antioquia y Risaralda) se señala que estas bandas controlan más de la mitad del territorio.
En el caso del departamento de Córdoba, su presencia ha sido señalada en 25 de un total de 30 municipios, y en Antioquia en 65 sobre 125 municipios. Es una realidad inquietante, si se considera que en el punto 74 del Acuerdo Final de Paz se establece la creación de una Unidad de Investigación y Desmantelamiento de las organizaciones criminales –incluyendo las sucesoras del paramilitarismo antes de su firma– y que en el capítulo de Fin del Conflicto se define la naturaleza de dicha unidad especial, que estará adscrita a la Fiscalía General de la Nación.
Hay fuertes retrasos en la constitución de las instituciones que deberán concretar el acuerdo de paz, como la Jurisdicción Especial de Paz, que todavía no ha entrado en funciones por los retrasos en el Legislativo y por descoordinación con la Fiscalía, de la que debería depender.
Indepaz señala como particularmente intensa la actividad de estos grupos criminales en municipios como Amalfi (Antioquia) y Puerto Boyacá, este último conocido como “capital antisubversiva de Colombia”. En cambio, Indepaz señala la disminución de esta presencia en Cesar, Magdalena, Sucre, Valle del Cauca, Cauca y Nariño.
Entre los grupos identificado, el más importante es el clan del Golfo, presente en 211 municipios de 22 departamentos. Hay otros seis grupos que, junto a otras ocho pequeñas agrupaciones, actúan en menos de 30 municipios.
La actividad criminal abarca homicidios, secuestros y desplazamientos, y se financia con cultivos ilícitos, minería ilegal, extorsión o préstamos “gota a gota”.
El clan del Golfo, que recientemente ha sufrido importantes reveses ha formulado una propuesta de acuerdo para someterse a la justicia, que está siendo explorado por el Gobierno. Desmantelar este grupo, supondría un avance notable en la lucha contra el crimen colombiano.