El avance de la infraestructura de 5G en el mundo generó una batalla geopolítica entre Estados Unidos y China, mientras el resto de los países evalúa de qué lado ubicarse de acuerdo con sus intereses económicos, políticos y tecnológicos.
Décadas atrás el acceso al petróleo, a una ruta marítima o la soberanía sobre un territorio generaban guerras entre naciones. En 2020 la gran discusión entre las dos principales potencias mundiales está relacionada con quién tendrá la posibilidad de desarrollar la infraestructura de Internet móvil en gran parte del planeta.
El negocio millonario de las telecomunicaciones se está jugando en estos momentos. Solo cinco empresas en el mundo ofrecen el desarrollo del 5G y sistemas completos: Huawei (China), Ericsson (Suecia), Nokia (Finlandia), Samsung (Corea) y ZTE (China). En Estados Unidos, Verizon, una de las principales prestadoras de telefonía, acaba de pagar casi 2 mil millones de dólares para comprar más de 500 licencias de espectro para ofrecer 5G en 150 municipios.
¿Qué es el 5G?
Se llama así a la quinta generación de conectividad inalámbrica que supera en velocidad a la actual 4G. Hoy las conexiones son de hasta 125 megabytes por segundo. Se estima que con la llegada del 5G la velocidad podría llegar a ser 100 veces más rápida que la que tenemos ahora. Este crecimiento exponencial es clave.
A medida que en cada hogar aparezcan decenas de dispositivos que se conectan a Internet, la capacidad de las conexiones 4G no será suficiente. Es por eso que las grandes empresas de telecomunicaciones y los distintos gobiernos están luchando por imponer sus objetivos y necesidades a la hora de construir la red de conexión 5G. “La carrera por el 5G está en marcha y Estados Unidos debe ganarla”, dijo Donald Trump hace unos meses.
Otro aspecto importante que viene a mejorar el 5G es la latencia, es decir, el tiempo que se tarda en recibir un paquete del servidor. Los técnicos indicaron que con la baja latencia del 5G un médico va a poder operar un brazo robótico en un quirófano a través de una computadora en cualquier parte del mundo. Otra industria que espera esta mejora es la automotriz. Los vehículos autónomos podrían detectar inmediatamente signos o movimientos y dar la orden de girar el volante o frenar completamente el coche.
China, el gran competidor de Estados Unidos
De tener una industria que copiaba lo que se fabricaba en otros países, en los últimos 10 años China logró un gran avance en desarrollo tecnológico y ahora viene empujando para poder ofrecer conectividad 5G en diferentes partes del mundo. Mientras en varias ciudades del gigante asiático los usuarios ya pueden disfrutar de la mayor velocidad, el gobierno de Xi Xinping intenta ofrecer esta tecnología a otros países.
La preocupación de Donald Trump fue en aumento a medida que los gobiernos de todo el mundo empezaron a decidir qué proveedores de equipos construirán sus redes 5G. Desde Washington rápidamente se opusieron con fuerza al ingreso de Huawei como una de las marcas que ofrecen 5G en Estados Unidos.
El mandatario estadounidense trató de convencer a sus aliados de que rechazaran la propuesta del gobierno chino, con el fundamento de que en realidad Beijing quiere ofrecer esa tecnología para acceder a datos sensibles y robar propiedad intelectual de cada país. La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de Estados Unidos declaró a Huawei, la principal empresa de electrónica del gigante asiático, como una amenaza a la seguridad nacional.
En julio, el gobierno británico le prohibió a la empresa china tener participación alguna en la construcción de la red de telefonía de alta velocidad de Inglaterra. “Mientras más países, compañías y ciudadanos pregunten a quién pueden confiar sus datos más delicados, la respuesta se hace más obvia: no al estado vigilante del Partido Comunista chino”, indicó Mike Pompeo, el secretario de Estado de EE.UU.
En el marco de esa pelea, Estados Unidos limitó las visas para ingresar al país a los empleados de Huawei. Del lado de la compañía argumentan que no tienen vínculos con el gobierno chino y que la información de los usuarios está bien resguardada.
A nivel local, mientras el gobierno de Alberto Fernández declaró la provisión de Internet, telefonía celular y televisión paga como servicios públicos en competencia, la Argentina deberá decidir en los próximos meses de qué lado elige estar y, a partir de eso, empezar a incorporar la tecnología 5G para mejorar la cantidad y calidad de conexión de los argentinos.
La lucha por los datos también se juega en las redes sociales
A la par, en medio de la guerra comercial entre los dos países, Donald Trump también amenazó con prohibir en Estados Unidos el uso de Tik Tok, una red social de video que es utilizada por millones de jóvenes y adolescentes en todo el mundo. El mandatario explicó que la única forma de evitar el bloqueo es que ByteDance, la empresa china detrás de Tik Tok, venda la empresa a capitales estadounidenses.
Como respuesta, desde Beijing amenazan con impedir la venta de la plataforma. Para eso, el gobierno de Xi Xinping estableció un nuevo límite de exportaciones industriales que haría imposible vender la red social a una empresa extranjera sin autorización previa de las autoridades locales.
Si bien el objetivo principal de la Casa Blanca contra Huawei es geopolítico, las medidas también están vinculadas con la guerra comercial entre Washington y Beijing. La industria de las telecomunicaciones es uno de los mercados que más creció en la última década y Trump no quiere que China se quede con negocios en los que Estados Unidos era líder.
Artículo publicado en la edición Nº 624 de la revista Ciudad Nueva.