El objetivo es favorecer la reconciliación en el país ante el clima de fuerte polarización. Una parte de la ciudadanía critica el proceso de paz en desarrollo, la inserción social y política de los ex guerrilleros.
El Papa Francisco lo había adelantado: visitaría Colombia en caso de poder ser una ayuda en el camino hacia la reconciliación interna, elemento esencial para construir a la pacificación del país. El viaje se concretará del 6 al 10 de septiembre de este año, y fue anunciado en simultánea en el Vaticano y en Bogotá.
El objetivo del Papa es servir de “misionero de la reconciliación”. Con ese objetivo se reunirá con indígenas, pobres y víctimas del conflicto. Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena serán las ciudades donde se desarrollará la agenda papal.
Colombia vive una etapa de fuerte polarización política, pese al acuerdo de paz que ha desactivado el conflicto armado con la más numerosa (ex) guerrilla del país, y pese a que han comenzado negociaciones para llegar a poner fin al conflicto con la guerrilla del ELN. La paz conseguida tiene sus detractores en la derecha del país que acusa al presidente Juan Manuel Santos de haber concedido demasiado a la guerrilla de izquierda. Desde el centro y la izquierda, en cambio, se apoya el resultado de haber acallado finalmente las armas. La discordia se centra en la justicia transicional que será aplicada para los crímenes de guerra cometidos por las FARC y su reinserción social y política.
“Su santidad nos dio coraje e impulso, y nos insistió a todos a perseverar en la búsqueda de la paz. Ahora llega a Colombia en un momento único de nuestra nación para invitarnos a la unión, a la reconciliación, al perdón y sobre todo al encuentro”, afirmó el presidente colombiano, en la sede de la Conferencia Episcopal. El pasado 16 de diciembre Santos mantuvo un encuentro con el Papa junto al ex presidente Álvaro Uribe, líder de la oposición que critica duramente el proceso de paz. El intento fue mediar entre los dos sectores para conseguir para el país un clima de menor enfrentamiento y polarización. Sin embargo, Uribe no quiso entender razones y siguió con su campaña de ataques contra las condiciones que permitieron finalizar medio siglo de conflicto.
“El papa es pregonero de paz. Desde un principio ha estado interesado en que nosotros tengamos la paz por eso fortalecerá este proceso por el bien de todos los colombianos”, explicó a Efe el Obispo Castrense de Colombia, Fabio Suescún Monroy, quien dirigirá el comité que organizará la visita.
El prelado no descartó que Francisco realice un encuentro para la reconciliación con víctimas “y con aquellos que han sido protagonistas” del conflicto colombiano, que ha afectado a más de ocho millones de personas. No es casual que el lema de la visita papal será la consigna: “Demos el primer paso”. “Significa dejar atrás una situación oscura, confusa y pesimista para abrirnos a una sociedad llena de entusiasmo, alegría y que crea en sí misma”, explicó monseñor Suescún.
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