La ciudad de Rosario fue testigo privilegiada del segundo Encuentro Nacional de Jóvenes, donde más de 15 mil congresistas pudieron compartir la fe durante tres días.
La convocatoria comenzó el día viernes por la tarde con una peregrinación por la Patria con motivo del 25 de Mayo por diferentes calles de la ciudad. Mientras pasaba la caminata, se iba sumando público en general, con banderas y pancartas hasta llegar al hipódromo ubicado en el Parque Independencia para la apertura oficial del evento.
Posteriormente el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín, presidió la Santa Misa que dio inicio al encuentro y durante su homilía exhortó a los jóvenes a buscar siempre a Jesús.
Durante la noche del primer día hubo un tiempo de espectáculos musicales. También los participantes tuvieron diversos espacios de formación con charlas y trabajo en grupo. Pero hubo una sorpresa: el sábado por la noche el mensaje del Papa Francisco emocionó a todos los presentes. El Santo Padre en su pequeña catequesis solicitó a los jóvenes un mayor compromiso y ser protagonistas de su propia historia. También estuvo presente el arzobispo de Panamá, quien vino especialmente a nuestro país para incentivar a que los chicos argentinos participen el año próximo de la Jornada Mundial de la Juventud a llevarse adelante en tierras tropicales.
El domingo a la mañana continuaron las actividades con un momento de comunión de las distintas regiones que conforman la Pastoral de Juventud de Argentina. Seguidamente tuvo lugar la Santa Misa de clausura presidida por el arzobispo de Buenos Aires y vicepresidente primero de la Conferencia Episcopal Argentina, cardenal Mario Aurelio Poli.
Finalmente se dio lectura a un documento a modo de conclusión de todo lo elaborado durante el encuentro, en el cual los asistentes asumieron la responsabilidad de renovar la historia. También estuvo presente la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti.