Países como Chile o República Dominicana se retiraron del acuerdo adoptado por 164 Estados alegando que impone obligaciones, lo cual no es cierto.
Louise Arbour, representante especial de la ONU para la migración, considera el hecho de que más de 160 países hayan adoptado el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular como un triunfo completo del multilateralismo. “Al hacerlo, los gobiernos se comprometieron con un marco de migración global basado en hechos, no en mitos”, dijo Arbour en la rueda de prensa de cierre de la conferencia en la que se adoptó el documento.
Desde su mismo nombre, el Pacto “está diseñado para mejorar la seguridad y el orden en la gestión de la migración, y reducir el recurso a utilizar rutas migratorias peligrosas y caóticas”, añadió Arbour, que destacó que el acuerdo “busca maximizar todos los beneficios de la movilidad humana y mitigar sus desafíos”. A los Gobiernos que no se han adherido al Pacto, la funcionaria les pidió que reconsideren su posición: “Les insto a que lo lean con cuidado y, por supuesto, formen su propia opinión. Al hacerlo, escuchen al Secretario General que ha disipado los mitos sobre el Pacto “.
La ex juez canadiense, que también desempeñó el cargo como Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Arbor se dirigió a los escépticos que proclaman que el Pacto desborda la soberanía de los Estados para recordarles que, bajo el derecho internacional y los derechos humanos, los ciudadanos de un país tienen derecho a salir de éste, pero no lo tienen para ir a cualquier lugar “a menos que busquen asilo, o estén autorizados por otro país para ingresar a su territorio”. Por tanto, como señaló el Secretario General de la ONU, António Guterres, “no es correcto sugerir que impone obligaciones a los Estados o que infringe su soberanía”, recordó Arbour. Ni tan siquiera crea el derecho a la emigración, añadió.
Por otro lado, Arbour recordó a los países desarrollados el beneficio de la migración internacional y dijo que los migrantes “satisfacen las necesidades económicas al aumentar la fuerza laboral”. También destacó que cuando los países acogen a refugiados y personas desesperadas que buscan asistencia, “deben ser asistidos y aplaudidos, ya que hacen del mundo un lugar mejor para todos nosotros”.
Por su parte, el Ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, país que ha acogido la reunión, destacó la importancia que su país otorga al multilateralismo para abordar los problemas actuales como la migración internacional y añadió que lo que ha demostrado la Conferencia de Marrakech es que “la migración une más de lo que divide”. No obstante, Bureita, señaló que la adopción del Pacto representa solo el primer paso, que debe ser seguido por su implementación, y pidió a la comunidad internacional que movilice sus esfuerzos en este sentido.
Al subrayar la necesidad de garantizar la sostenibilidad de la cooperación internacional para la implementación del Pacto, el ministro de Marruecos elogió la iniciativa del Secretario General de lanzar la Red de las ONU para la Migración, describiéndola como la piedra angular del Pacto. Bureita coincidió con Joel Millman, portavoz de la Organización Internacional Para las Migraciones, quien señaló que la adopción del pacto “es un primer paso de vital importancia para garantizar que la migración tenga una menor carga política, esté mejor gestionada y para asegurar que los migrantes vulnerables estén mejor protegidos de la explotación”.
Una idea que comparte la expresidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, presente en la conferencia de Marrakech, y quien habló en una entrevista con Noticias ONU sobre cómo puede variar el trato de los jóvenes migrantes africanos tras la implantación del texto. “Esto permitirá también que nuestros países estudien que podemos hacer para garantizar que las personas que cruzan las fronteras reciban el trato humano que merecen; y en los casos de los que buscan empleo se den las oportunidades y puedan desplazarse”, destacó. Sirleaf explicó que espera ver acuerdos de cooperación, no solo entre países de la Unión Africana y sus órganos subsidiarios, sino también llegar a acuerdos con las naciones europeas. Además, añadió que el texto permitirá ver la migración en una perspectiva completamente diferente tanto en África como en todo el mundo. “Una migración positiva que contribuye al desarrollo y la cooperación entre países”. Sirleaf también cree que los países que no se han unido al Pacto reconsiderarán en el futuro cuando lean los informes sobre los beneficios que comporta la migración. “La verdadera historia de la migración y el hecho de que beneficia y no perjudica ni a los países de origen ni a los de acogida. Creo que cuando vean los documentos, las estadísticas, los estudios y los beneficios, ese día cambiarán de idea y se unirán a este movimiento que trabaja en el interés de la humanidad”, manifestó.
Por su parte, la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, destacó en Marrakech que el Pacto Mundial aprobado el lunes es una oportunidad histórica para reconocer la tríada derechos, desarrollo y migración, como parte del futuro de las naciones. La funcionaria resaltó que, si bien los grandes movimientos de migrantes conllevan costos de ajuste sustanciales, también tienen un impacto social, económico y cultural abrumadoramente positivo en los países de origen, a través de las remesas, y de destino, a través de la mano de obra de bajo costo y sus contribuciones a la seguridad social. “En 2015 la contribución de los migrantes al producto interno bruto mundial fue de aproximadamente 6,7 billones de dólares, es decir, el 9,4% del PIB mundial”, destacó. La responsable de la CEPAL agregó que la implementación exitosa del Pacto Mundial requiere la comprensión de las dinámicas regionales de la movilidad humana.
“Si bien la migración internacional es un fenómeno global, ocurre principalmente en las regiones. Y en cada región las tendencias de la migración se ven afectadas por diferentes factores, diversos regímenes legales, y muestran diferentes resultados. Por lo tanto, comprender y abordar las dimensiones regionales de la migración es crucial para garantizar una migración segura, ordenada y regular”, señaló.