Más de un millón de personas pidieron limitar el acceso a las armas en el país. El liderazgo de los jóvenes y el perfil político de la iniciativa.
El pasado sábado se ha instalado en los Estados Unidos un debate que podrá cambiar el rostro de la política de este país. Cientos de miles, 800.000 solo en Washington, han salido a las calles para manifestar la necesidad de un mayor control en la venta de las armas, en especial las armas de guerra. La manifestación ha visto la presencia y el liderazgo de los activistas de Parkland, la ciudad donde en febrero un joven desequilibrado asesinó a 17 personas, la gran parte alumnos de la escuela en la que realizó la enésima masacre en el país.
Emma González, 18 años, una de los sobrevivientes de Parkland, consiguió el silencio total de cientos de miles de personas que concurrieron a la manifestación realizada en Washington, durante 5 minutos y 20 segundos, el tiempo que duró la matanza en su escuela. Artistas y estrellas del cine y de la música adhirieron a la iniciativa. Entre ellos, George Clooney aportó dinero para los gastos.
Nadie pide que no haya armas para la defensa personal, sino que se extremen los controles en la compra, que la edad mínima suba a 21 años, y que no sea posible acceder a armas de guerra. Los sondeos indican que hay una gran mayoría de ciudadanos a favor de ello. Sin embargo, en un país donde los votantes no son nunca numerosos y en especial no concurren a las urnas los jóvenes, no es fácil conseguir que estas medidas se transformen en ley.
Del otro lado de la vereda, está la poderosa Asociación Nacional del Rifle, que conjuga en especial a los conservadores, la gran parte representados por el Partido Republicano, cuyos principales líderes reciben sustanciosas financiaciones de sus campañas electorales, comenzando por el presidente Donald Trump. El negocio de las armas supone en los Estados Unidos varios miles de millones de dólares.
Sin embargo, la veterana legisladora demócrata, Nancy Pelosi, en su momento presidenta de la Cámara Baja, sostiene que existen los votos necesarios para modificar la legislación vigente. Por otro lado, en noviembre habrá elecciones de medio período por lo que, si la iniciativa que llevan adelante estos jóvenes ciudadanos no se diluye y no pierde fuerza, estar o no estar a favor de mayores controles y límites a la compra de armas podría ser determinante para definir la nueva composición del Congreso.