Un nuevo duro golpe para el grupo terrorista: cayó también la ciudad de Tal Afar, en el norte del país, camino a la frontera con Siria.
El Isis recibió un nuevo duro golpe con la pérdida de la ciudad iraquí de Tal Afar, en el norte del país. La ciudad se ubica en la ruta que conecta Mosul, reconquistada a fines de julio, y la frontera con Siria donde el Isis mantiene su último bastión en Deir Ezzor.
Tal Afar ha sido recuperada por el ejército de Iraq y las milicias chiitas del país. La batalla para recuperar el centro urbano ha sido áspera y actualmente se realizan tareas para despejar el terreno de trampa, bolsones de resistencia y eventuales atacantes suicidas. Los yihadistas han tenido al menos 425 bajas, entre muertos y heridos, además de la pérdida de material de guerra.
Hasta hace poco, el Isis controlaba la gran parte del norte de Iraq y de la zona oriental de Siria, por lo que la caída de Tal Afar supone un duro golpe para las milicias del grupo.
La gran parte de los más de 200.000 habitantes de Tal Afar abandonaron la ciudad con la llegada en Isis, en 2014. La mayoría de sus ciudadanos eran turkmenos chiitas, considerados herejes por el grupo yihadista. Habían quedado, se estima, unas 50.000 personas que el Isis utilizó como escudos humanos. Se estima que han muerto más de 160 civiles y, además, se encontró al menos una fosa común, con 80 cuerpos, en su mayoría civiles.
