Fue en Kabul, capital de Afganistán, donde cuatro hombres irrumpieron durante el momento de oración. Al menos 25 muertos y 40 heridos.
Una semana atrás el mundo (sobre todo occidental) se consternaba por el atentado en Barcelona. Sin embargo, como suele suceder cuando episodios del mismo calibre ocurren “del otro lado del mundo”, los medios no ocupan el mismo espacio. Así pasó hoy, después que un grupo de cuatro fundamentalistas del ISIS causó un baño de sangre en una mezquita de Kabul, capital de Afganistán, donde al menos murieron 25 personas.
El ataque comenzó cuando cuatro hombres irrumpieron a los presentes que en el establecimiento religioso se encontraban en plena oración. “Dos ‘inghimasi’ (a aquellos individuos que utlizan el cinturón explosivo como recurso para inmolarse) del ISIS llevan a cabo un ataque contra una husseiniya (lugar de culto chiíta) en el sector de Jair Jana, en la ciudad de afgana de Kabul”, informó Amaq, uno de los medios de comunicación partidarios del ISIS.
Dos de los atacantes habrían sido los que se detonaron, mientras que los otros dos restantes fueron asesinados por las fuerzas de seguridad que acudieron al lugar de los hechos en la capital afgana.
El saldo del ataque, por el momento, fue la muerte de al menos 25 personas, y alrededor de 40 heridos
El episodio en el centro de culto musulmán se produjo en el mismo día que el propio Estado Islámico difundió imágenes amenazantes sobre la integridad del papa Francisco y el “aviso” de un posible futuro objetivo: llegar a Roma, al centro del catolicismo.