Matthew Cobos, hasta el momento, no hizo declaraciones a la prensa.
Convencido posiblemente de haber hecho lo que correspondiera hacer, se volvió a Hawai, donde vive. Pero en estos días ha conmovido a millones de persona al ser retratado durante el tiroteo en Las Vegas, protegiendo con su cuerpo a una mujer tirada en el piso.
Se creyó que fuera su novia, pero no, era simplemente una persona aterrorizada a la que Cobos ayudó gracias a su experiencia como ex militar. Incluso le tapó los ojos para que no siguiera presa del espanto. No bien pudo la condujo a un lugar seguro. Luego, se dedicó a salvar a más personas. Detuvo la hemorragia de un herido aplicando un torniquete con su cinturón.
Cuando ya no tuvo cómo tapar heridas, usó sus manos. Y cuando todo finalizó, se volvió para sus pagos. Un gesto simple y generoso, humano en medio de una tragedia que ha ensangrentado su país.