En 2015 la marca confesó que sus productos no cumplían con los estándares de emisiones de gases contaminantes y procedieron a repararlos.
La Comisión Europea anunció este martes que el Grupo Volkswagen ha reparado el 80 por ciento (unos 8,5 millones) de los vehículos europeos que se vieron afectados en 2015 por el escándalo de los motores trucados, conocido como el “diéselgate”, y recordó que las reparaciones gratuitas deberán continuar hasta 2020.
Volkswagen es el mayor fabricante de autos alemanes. En 2015 reconoció que instaló un software para esquivar controles medioambientales en 11 millones de vehículos diésel de todo el mundo. La trampa fue descubierta casualmente por el ecologista Peter Mock, director del grupo medioambiental International Council for Clean Transportation, cuando intentó demostrar que los controles de gases contaminantes en Europa son mucho menos exigentes que en Estados Unidos.
“Hemos trabajado para conseguir que el Grupo Volkswagen se muestre más proactivo con los consumidores afectados; han cumplido con el plan de acción que han prometido, pero eso es todo”, afirmó a través de un comunicado la comisaria europea de Consumo, Vera Jourová.
El Ejecutivo comunitario y las autoridades de consumo de los países miembros de la Unión Europea lamentaron, sin embargo, que la compañía no haya ofrecido garantías completas ante aquellos casos en los que haya problemas técnicos con los vehículos después de la reparación. “Esta situación nos recuerda que debemos establecer normas más estrictas en lo relativo a la reparación de daños en la Unión Europea, atendiendo también a las demandas colectivas”, concluyó Jourová.