Según informa el SIPRI, Estados Unidos, China y Arabia Saudita son los países que destinan la mayor cantidad de recursos en armamentos.
El mundo sigue gastando en armas y defensa una monstruosa cantidad de recursos cada año. Lo peor es que ese gasto no contribuye a la paz, sino todo lo contrario, y resta importantes recursos al desarrollo. El Instituto de Estocolmo sobre la paz (SIPRI), informa que en 2017 se gastaron en defensa más de 1,7 billones de dólares (NdR: un billón es un millón de millones). El gasto representa el 2,2% del Producto Bruto global, que ronda los 80 billones de dólares. Un tercio de este gasto pertenece a los Estados Unidos. El 80% de esta suma, ha sido empleado por apenas 15 países, los que tienen mayor presupuesto.
El estudio del SIPRI arroja datos muy interesantes, que confirman la relación entre armas y conflictos. Luego de la caída del Muro de Berlín, los conflictos en el mundo bajan notablemente, un 40% más o menos. Entre mediados de los años 90 y el 2000 se estabilizan en torno al billón de dólares. Es a partir de 2001 que el gasto militar vuelve a incrementarse y con él los conflictos. Desde entonces han subido un 70% y, pese a lo que sostienen los militares, el mundo es mucho menos seguro.
Los Estados Unidos siguen liderando el grupo de 15 países que más gasta en defensa, con un presupuesto superior a los 600.000 millones de dólares anuales. Esa suma triplica la que invierte China, cuyo presupuesto ha trepado a los 228.000 millones de dólares. Si bien el gasto chino sigue siendo el 1,9% del Producto Bruto nacional (el de los Estados Unidos representa el 3,1%), en los últimos 10 años se ha duplicado. Arabia Saudita, con 69.000 millones de dólares, se muestra como el tercer inversor en armas más que en defensa, pues el gasto militar incluye el pago de sueldos a los militares y también mantención de edificios y vehículos. Pero Arabia Saudita tiene 32 millones de habitantes, por lo que su ejército es bastante limitado y además se ve directamente involucrada en los conflictos en Yemen y Siria. Eso implica que la mayor parte de ese gasto sea en armamentos. Los sauditas los ha incrementado del 34% en diez años, y han ocupado en este ranking el lugar de Rusia, que se ubica cuarto, con un gasto de más de 66.000 millones de dólares. Siguen la India, Francia, Reino Unido, Japón, Alemania, Corea del Sur, Brasil, Italia, Canadá y Turquía. El país turco, si bien destinó más de 18.000 millones al gasto de defensa, el aumento en diez años fue del 46%. Turquía, está directamente involucrada en el conflicto sirio.
Con un gasto menor, igualmente crece el presupuesto militar en la región asiática, arrastrado por China. Vietnam, Camboya, Tailandia, Filipinas, han incrementado notablemente este gasto.
El Papa Francisco ha denunciado ya varias veces que los conflictos se alimentan del comercio de armas, que es necesario frenar si queremos trabajar en la perspectiva de la paz.
GASTOS DE DEFENSAS es un eufemismo “defender que”? Claramente son guerras depredadoras para apoderarse de los recursos naturales de otras naciones; o por intereses relacionados a la dominación efectiva de sociedades enteras. Esta situación habla a las claras de “CODICIA” y todos su derivados; negociados, peculado, pero por sobre todo “DESPRECIO POR LA VIDA” al extremo de atreverse a mencionar como “DAÑOS COLATERALES” matanzas indiscriminadas de infantes, ancianos, destrucción de hospitales, escuelas, maternidades incluyendo el universo que los puebla. Este es el proceso por el que pretenden establecer el pensamiento único hacia una GLOBALIZACIÓN DANTESCA. Esta corriente debe ser confrontada con un verdadero proyecto de PAZ, porque si esos recursos fueran dedicados a la alimentación, la educación y la salud mundial, entonces sí podríamos pensar en verdaderas armas por la paz.