Fue en el marco del enorme escándalo Lava Jato. La justicia considera probado que Eduardo Cunha recibió un soborno por 1,5 millones de dólares a cambio de mantener su apoyo a la entonces presidenta Rousseff.
El ex legislador y ex presidente de la Cámara de Diputados de Brasil Eduardo Cunha, uno de los grandes impulsores del juicio político que desembocó en la destitución de la anterior presidenta, Dilma Rousseff, acaba de recibir una condena a 15 años y 4 meses de prisión por corrupción, lavado de dinero y evasión de divisas.
Cunha fue el artífice principal de la puesta en marcha del proceso de impeachment contra Rousseff, pues la Constitución confiere al titular de la Cámara la potestad de rechazar o aceptar los pedidos de juicio político. El impeachment había permanecido en un cajón durante meses. Y justo cuando quedó en claro que Rousseff no habría puesto reparos a las investigaciones de la justicia por los casos de corrupción, Cunha dio su visto bueno al impeachment y se transformó de aliado a enemigo declarado de la presidenta.
Pero su autoridad moral se desplomó en poco tiempo. Este miembro del oficialista PMDB, pastor evangélico con encendidos discursos fundamentalistas, fue primero obligado a dimitir como presidente de la Cámara baja, luego perdió su condición de legislador y finalmente quedó bajo arresto por la imposibilidad de explicar la presencia de millones de dólares en cuentas bancarias ubicadas en el exterior.
Cunha quedó en prisión por orden del propio juez Sergio Moro, el artífice del caso Lava Jato, que investiga una gigantesca red de corrupción a partir del reparto de sobornos a políticos por la adjudicación de contratos de la compañía petrolera pública Petrobras. El caso ha producido en la actualidad más de 100 condenas, a menudo con penas muy duras hasta los 19/20 años de cárcel.
La justicia consideró probado que en 2011 Cunha recibiera un soborno de 1,5 millones de dólares, intermediados por el entonces oficialista PT, por dar cobertura política a una inversión de Petrobras en Benín y a cambio de mantener su apoyo a la presidenta Roussef. Los investigadores del caso Lava Jato descubrieron que desde Benín se transfirieron 10 millones de dólares a una cuenta en Suiza a nombre del ciudadano brasileño João Augusto Rezende Henriques, identificado como un lobbista del PMDB. A su vez, Rezende transfirió 1,5 millones de dólares a una cuenta de una firma domiciliada en Suiza, Orion, propiedad de Eduardo Cunha.
La condena ocurre en el marco de un sistema político conmovido por las investigaciones que están alcanzando a decenas de líderes políticos, empresarios y directivos de empresas. Entre estos últimos, muchos han pactado una reducción de pena a cambio de delaciones que están salpicando hasta el propio presidente Michel Temer. De comprobarse que hubo financiación ilegal de la campaña electoral que en 2014 lo llevó a ser reelecto, junto a Rousseff, como vicepresidente, se procederá a anular esos comicios y a destituirlo de la presidencia.
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