Ayer las partes dieron inicio al VI ciclo de reuniones, cuyo tema central es intentar acordar un alto el fuego.
Todavía sin mostrar resultados concretos, este lunes comenzó en Cuba el VI ciclo de reuniones del diálogo de paz entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla del ELN. El grupo armado afirmó las reuniones se llevarán a cabo “en un momento difícil” y descartó un acuerdo inminente de alto el fuego. “Persisten diferencias que impiden firmar un nuevo acuerdo de cese al fuego bilateral”. El tema central de la agenda es precisamente la búsqueda de un armisticio como primer paso para avanzar en las negociaciones de desarme.
La guerrilla de extrema izquierda, considerada grupo terrorista por Colombia, Estados Unidos y la Unión Europea, criticó que el Gobierno “no acepta el Derecho Internacional humanitario como el referente común para pactar acciones y acuerdos humanitarios” y “se abroga la facultad de calificar hechos y actuar contra el ELN”. Además, acusó al ejecutivo de Santos de falta de voluntad para adquirir compromisos y adujo que “subsisten contradicciones sobre la amplitud de la participación en los territorios y sectores sociales, la metodología y diseño”, en referencia al proyecto para garantizar la participación de la sociedad en el proceso de paz.
Durante el quinto ciclo de las negociaciones, concluido a mediados de junio, ambas partes acercaron sus propuestas para lograr un nuevo alto el fuego bilateral temporal -tras el de 101 días mantenido entre octubre y enero pasados y tras los más cortos periodos de cese de las hostilidades para facilitar el reciente proceso electoral – y trabajaron en el diseño de la participación social en los acuerdos de paz.
Ese fue el primer ciclo de las negociaciones celebrado en La Habana, donde se prevé que prosigan los diálogos, después de que Ecuador se retirara como país garante y sede del proceso. La capital cubana ya albergó durante casi cuatro años las conversaciones entre el Gobierno y las FARC, que culminaron con la firma de un acuerdo de paz el 24 de noviembre de 2016 en Bogotá y la conversión de esa guerrilla en fuerza política.
El ELN, por otra parte, manifestó la disponibilidad para que el presidente electo Iván Duque, del derechista Centro Democrático, se sume a los diálogos de paz en vista de que asuma pronto sus funciones. Duque ha manifestado reparos sobre el precedente acuerdo, en particular sobre la justicia transicional que deberá juzgar los crímenes de guerra. Para Duque, es necesario rever algunos mecanismos para evitar que los culpables de graves episodios se vean favorecidos por medidas que terminen por asegurar la impunidad.