El ex CEO de Torneos se encuentra declarando ante la Justicia de Estados Unidos sobre los entramados de corrupción que derivaron en el FIFAgate. ¿Hasta dónde llegará la cadena de complicidades?
La Justicia estadounidense lo tiene acorralado y a cambio de reducir una pena, que podría llegar hasta los 60 años de prisión, Alejandro Burzaco parece estar dispuesto a ponerle nombre y apellido a una amplísima red de corrupción vinculada al fútbol y al suculento negocio de la televisación, teniendo en cuenta que él era la persona fuerte de la empresa poseedora de los derechos para transmitir en América los torneos organizados por la FIFA, la Conmebol y hasta del fútbol argentino.
Desde que Burzaco quedó detenido en junio de 2015, junto a otros empresarios y dirigentes, cuando se desató el FIFAgate, que hasta “se llevó puesto” al mismísimo presidente de la entidad madre del fútbol mundial, Joseph Blatter, las investigaciones han ido avanzando y la mayoría de los mandamases de la Confederación Sudamericana corrió la misma suerte.
Con prisiones domiciliarias o efectivas, la justica de Estados Unidos puso en jaque al mundo del fútbol. Y parece que no descansará hasta descubrir cada punto de la inmensa red de corrupción que transformó en millonarios a buena parte de la dirigencia del fútbol sudamericano.
Cuando se conoció esta noticia, allá por mayo de 2015, más de uno se animó a decir por lo bajo: “Grondona se murió justo”. Fallecido unos meses antes, el viejo dirigente aparecía como uno de los referentes en esta ola de corruptela y que, más de dos años después, hoy confirma Burzaco a través de sus declaraciones.
Anteriores presidentes de la Conmebol, dirigentes del fútbol argentino y hasta funcionarios relacionados al Fútbol para Todos han sido salpicados por las confesiones del ex CEO de Torneos. Incluso uno de ellos, Jorge Delhon, quien había sido contratado por la Jefatura de Gabinete en 2012, por pedido del titular del FPT, Pablo Paladino, decidió arrojarse a las vías del tren luego de que Burzaco afirmara que había recibido coimas. Este episodio, además, está siendo investigado porque se sospecha que podría haber sido instigado al suicidio.
¿Cuántas serán las personas implicadas en los negocios oscuros del fútbol? ¿Hasta dónde llegarán las incriminaciones de Burzaco? También Lionel Messi quedó en el ojo de la investigación por haber recibido, supuestamente, unos 200 mil dólares para repartir con los jugadores de la Selección con motivo de unos amistosos con el equipo nacional.
Burzaco, decididamente, está dispuesto a que le reduzcan la pena. A cambio, no dudará en continuar con las confesiones, sabiendo que si estuviese brindando falso testimonio, su permanencia en la cárcel sería aún más prolongada. Mientras tanto, son muchos los que tienen una oreja en Estados Unidos, y la otra en lo que les aconsejen sus propios abogados.