Luego de tres años del último y exitoso álbum, esta reina del pop regresa con un nuevo disco, El Dorado, que promete ser uno de los más vendidos del año.
Shakira Isabel Mebarak Ripoli revela desde su nombre las raíces múltiples de su origen (libaneses, españolas y también italianas). Nacida en Barranquilla en 1977, desde niña demostró su predisposición para la danza y la música. Un talento precoz acompañado por una extraordinaria energía creativa: a tan solo 15 años publicó su primer disco, y desde entonces tuvo una escalada de popularidad que avanzó sin parar: primero en Colombia, luego en toda América latina, para finalmente alcanzar fama mundial. Un cosmopolitismo pop, sin duda, pero sin jamás renegar sus raíces.
Todo esto se desprende desde el título de su décimo álbum grabado en estudio: una experta y muy astuta composición en la que se alternan atmósferas ensoñadas y temas más rítmicos que generan una mezcla que exalta y consigna los postulados irrenunciables del pop latino.
El resultado es una pasarela de singles y best seller potenciales al punto que podrá transformarse en un álbum de “grandes éxitos”.
Diez de las trece canciones son en español, y tres en inglés. Shakira ha preferido las temáticas de su tierra: amor, amor y más amor. Comenzando por el sentimiento por su marido, el astro del fútbol Gerard Piqué, con quien tuvo dos hijos, y cuya historia de amor recibe un homenaje en uno de los temas más destacados del álbum (Me enamoré). Se siente el calor del sol en estas nuevas canciones, más bien esa caricia del atardecer de su tierra natal.
De este modo, la bonita rubia con rostro siempre joven, se confirma como una de las estrellas más luminosas del firmamento pop (y no sólo el pop latino). Shakira emana atractivo, pero también tiene una relación especial construida en estos años con los millones de fanáticos distribuidos en todo el mundo. Con cada uno de ellos, a través de una especial aplicación, pudo elegir la tracklist y la tapa de su nuevo trabajo.
Después de 125 millones de discos vendidos, y una docena de Grammy Awards, mamá Shakira encarna más que nunca la eterna fábula del éxito al estilo de Hollywood, una suerte de Barbie post-moderna en la que la alegría de vivir y la fama, el sentimentalismo y la genialidad, se mezclan generando una figura única. En ella las personas más sencillas aman acunarse y proyectar sus sueños. Desde siempre, ella lo sabe y sabe aprovechar muy bien este factor, pero generando más simpatía que envidia.
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