Mauricio Macri abrió el 135º período de sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación.
Al inaugurar este miércoles el 135° período de sesiones ordinarias ante el Congreso, el presidente Mauricio Macri expresó su deseo de que este año “podamos repetir mucho de lo que vivimos en el anterior: un trabajo responsable y participativo”, señaló con relación a la tarea entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo.
En su discurso, el Jefe de Estado agradeció a los argentinos “por entender que para conseguir los cambios que necesita el país hace falta tiempo”. El primer mandatario reconoció que “siempre creímos que iba a ser difícil” y le apuntó a quienes “ponen palos en la rueda”, pero aseguró que “los argentinos tenemos que poner el hombro, pero estamos logrando cambios”
Habló de las obras en marcha, “eso que faltaba hacer y nadie hacía”. “Era más fácil mirar el corto plazo, que puede ser atractivo, pero se agota y deja muchas personas peor que antes”, aseguró.
Asimismo, Macri aseguró que “estamos construyendo un país que nos contenga a todos” y señaló que “el país está cambiando: Argentina se está poniendo de pie”, dijo.
Acto seguido, el Presidente manifestó que “cada año vamos a estar mejor, porque estamos sentando bases sólidas y duraderas”, para luego asegurar que el desafío es “sacar a los argentinos de la pobreza”. “Menos relato y más verdad”, enfatizó.
Fuente: Noticias in Agenda
Foto: Presidencia de la Nación
El discurso completo
Simplemente uno no puede menos que indignarse escuchando sus palabras. Las PYME cierran a decenas todos los días, los despidos se agudizan. La liberación de los aranceles para mercados con los que no podemos competir haciendo mix con los ajustes de tarifas ciclópeos y combustibles ha convertido la producción en inviable. La disminución de producción petrolera en nuestras provincias, sostenida y alarmante; los favores a Shell que importa petróleo a precio deprimido y lo revende; en el mercado interno; a valores que duplican los precios internacionales, produciéndoles jugosos dividendos. Negocios ala medida de círculos amigos en detrimento de la economía familiar, donde el gran perdedor son los sectores asalariados hablan a las claras que hay una inconsistencia semántica profundísima entre el mensaje y la realidad.
La gente en la calle no puede disimular la angustia, porque se sabe bien que la crisis es inducida y existe una voluntad política férrea de que se profundice. La meta es doblegar a los sectores asalariados, achatar el salario, precarizar aún más el empleo, desmoralizar la resistencia social. Las expresiones del hombre común de la calle son condenatorias, máxime que entre el emisor y el receptor no existe relacionalidad alguna. Se habla para los habitantes de la luna de Ubeda que es el círculo en que se mueven.