Han comenzado protestas por la sobrecarga académica que deben soportar los alumnos. El sistema está fuertemente condicionado por los resultados.
En Chile se ha instalado el debate sobre la carga académica en las universidades, a partir de la protesta de los estudiantes de Arquitectura de la Universidad de Chile, que guarda relación con la salud mental de los universitarios en el país.
En este contexto, la Primera Encuesta Nacional de Salud Mental Universitaria reveló que el 33 por ciento de los alumnos ha estado en tratamiento psicológico y un 11 está asistiendo actualmente a terapia. Quiere decir, que actualmente o anteriormente un 44% debió recurrir a un psicólogo. En tanto, el 57 por ciento nunca ha solicitado ayuda psicológica profesional, de acuerdo con el diario chileno La Tercera.
El estudio, aplicado por la psicóloga Ana Barrera de la Universidad Católica de Temuco a 600 estudiantes de ese plantel y de las universidades de Concepción de Tarapacá, constató que el 46 por ciento presenta síntomas depresivos, el 46 por ciento muestra ansiedad y el 54 por ciento padece estrés, mientras que el 29,7 por ciento sufre los tres problemas a la vez. “Estas escalas nos señalan que casi un 50 por ciento de los universitarios de esta muestra podría estar en riesgo de ser diagnosticado con un trastorno clínico depresivo, ansioso o de estrés”, aseguró la profesional al matutino.
En otros datos, el 67 por ciento de los encuestados sufre insomnio o sueño durante el día, en tanto que el 87 por ciento de los encuestados tiene malos hábitos alimenticios, el 24 por ciento consume alcohol de una a cuatro veces a la semana, el 13,5 por ciento lo hace con la marihuana y el 10,8 por ciento con el tabaco, mientras que el 9 por ciento consume tranquilizantes ocasionalmente. Un dato preocupante: el 5,1 por ciento, 31 personas, presenta pensamientos suicidas, según el sondeo.
A juicio de Barrera, “es preocupante que lo estudiantes estén presentando sintomatologías que pueden repercutir en su bienestar emocional y desempeño”.
No obstante, restó responsabilidad a la sobrecarga académica, como acusan los estudiantes, apuntando que “hay autores que dicen que la mala salud mental en esta edad tiene que ver con problemas que no se resolvieron en la adolescencia. También tiene que ver con características de personalidad. Quienes tienen pocas redes de contacto y bajo apoyo social están en mayor riesgo de presentar problemas de salud mental”.