En el quince aniversario del ataque a las Torres Gemelas, una invitación para que los cristianos visiten las mezquitas. La oportunidad de unirse para decir no a la guerra y al terrorismo criminal.
Hace poco más de un mes, en Francia, dos jóvenes marginales que invocaban el grupo criminal Isis, asesinaban durante la celebración de la misa al anciano padre Jaques Hamel. El episodio violento sacudió la sensibilidad de cristianos y de musulmanes. La respuesta fue la invitación que los líderes islámicos dirigieron a sus propias comunidades a visitar las iglesias cristianas.
Decenas de miles de musulmanes y otros tantos cristianos protagonizaron ese último domingo de julio momentos de intensa fraternidad, conmovedores, en los que se afianzaron lazos de amistad y de mutuo respeto. Muchos musulmanes por primera vez ingresaron en los templos cristianos. Es momento fraterno confirmó en el corazón de muchos, sobre todo de los que siguen con atención lo que realmente acontece en los escenarios de conflictos armados, las palabras pronunciadas por el Papa en varias oportunidades: “El mundo está en guerra, pero no por la religión sino por el poder”.
Se acerca un nuevo 11 de setiembre, una fecha emblemática que representa (más allá de lo que efectivamente provocó ese día de violencia) el comienzo de esta “guerra por el poder”. Un millar de comunidades islámicas están promoviendo en Italia la iniciativa: “Cristianos en las mezquitas”. Las puertas de los templos musulmanes se abrirán para recibir a los hermanos cristianos el 11 de setiembre, quince aniversario del ataque a las Torres Gemelas, y el 12 de setiembre, celebración musulmana del sacrificio.
Ojalá también en nuestros países pueda extenderse esta iniciativa. Sería una oportunidad para frecuentarnos más como miembros de la familia humana, para orar por las víctimas de la guerra, para sentirnos unidos en la construcción de la paz, para dar testimonio de amistad y tolerancia, para gritar al mundo que lo que nos une es mucho más que lo que nos hace diversos.