Durante su visita al Consejo Mundial de Iglesias el Papa ha destacado el valor de perder los propios intereses en pos del bien de “caminar juntos”.
En su visita al Consejo Mundial de las Iglesias en Ginebra, con motivo de su 70 aniversario, el Papa Francisco invitó a caminar juntos eligiendo “la lógica del servicio” para superar las divisiones.
En su discurso ante el Comité central del Consejo Ecuménico de las Iglesias, el Papa eligió la metáfora de una empresa para evidenciar el camino ecuménico cuyo progreso implica “trabajar en pérdida”, supeditando a ello “los intereses de las propias comunidades, a menudo firmemente ligados a orígenes étnicos o a orientaciones consolidadas, ya sean mayoritariamente ‘conservadoras’ o ‘progresistas’”. El Papa destacó que debe primar en este proceso el elegir a Dios por sobre cualquier otra cosa Hay que “elegir en nombre del Evangelio al hermano en lugar de a sí mismos”, que bien puede significar ante la mirada del mundo un trabajo que aparece “sin provecho”. Por tanto, el ecumenismo es una suerte de “gran empresa con pérdidas”. Pero se trata de “pérdida evangélica”, aclaró Bergoglio aludiendo a las palabras del apóstol Pablo cuando se refiere que para él toda renuncia (pérdida) en nombre de la vida evangélica es, en realidad, una ganancia.
La Iglesia católica no es miembro del Consejo Mundial de Iglesias, pero desde hace décadas mantiene buenas relaciones y colabora con la entidad.
El metropolita rumano Nifón de Tirgoviste recibió al Papa mencionando que “Nos hemos reunido para ofrecer alabanzas a Dios y un agradecimiento por la ‘nube de testimonios’ que, durante los 70 años de existencia del Consejo, ha trabajado para la unidad de los cristianos y para la unidad de la humanidad y de la Creación”. Por su parte, la obispo Mary Ann Swenson destacó que la “visión y el trabajo” del Papa Francisco han “entusiasmado y reforzado la relación y la cooperación”.
En su discurso, el Papa recordó la importancia del proceso presentado con la imagen de caminar juntos. “El hombre es un ser en camino – dijo -. Durante toda la vida está llamado a ponerse en camino, a salir continuamente del lugar donde se encuentre: desde que sale del seno de la madre hasta que pasa de una a otra etapa de la vida; desde que sale de la casa de los padres hasta el momento en que deja esta existencia terrena. El camino es metáfora que revela el sentido de la vida humana”. A su vez, Francisco señaló que caminar “es una disciplina, un esfuerzo, se necesitan paciencia cotidiana y entrenamiento constante. Es preciso renunciar a muchos caminos para elegir el que conduce a la meta”. Y hay que cuidar a “los compañeros de viaje, porque únicamente juntos se camina bien. Caminar, en definitiva, exige una conversión constante de uno mismo. Por este motivo, son muchos los que renuncian, prefiriendo la tranquilidad doméstica”.