Ecuador: Un programa para frenar el acoso en el transporte

Ecuador: Un programa para frenar el acoso en el transporte

Un grupo de promotores lanza avisos con altavoces en los buses del transporte urbano de Quito para prevenir y denunciar abusos sexuales.

La municipalidad de Quito, la capital de Ecuador, está desarrollando un programa contra el acoso que padecen mujeres y niñas en los medios de transporte público. La iniciativa, denominada “Cuéntame”, dispone por ahora de 17 personas que trabajan como promotoras de derechos y que viajan sobre todo en los 500 buses que circulan por los tres grandes corredores de la ciudad.

Desde primera hora de la mañana y hasta las ocho y media de la noche, los promotores usan altavoces para explicar a las mujeres cómo actuar en estos casos: avisar al conductor o a los vigilantes presentes en las paradas para ser guiadas en el trámite de la denuncia.

El objetivo de “Cuéntame” es el de erradicar los abusos sexuales que sufren las mujeres adultas y menores: se estima que seis de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de abuso en el transporte público. La invitación de los promotores es a romper el muro de silencio y actuar para detener el acoso y la violencia.

El programa cuenta con la cooperación de los 1.800 empleados del sistema de transporte, quienes en caso de denuncia detienen al agresor y los separan de la víctima hasta que llegue uno de los trabajadores de “Cuéntame”. Las cinco paradas más concurridas están dotadas de cabinas donde las víctimas de violencia reciben atención psicológica y jurídica, en caso de que quieran presentar una denuncia. Los abusos pueden ser penados hasta con un año y medio de cárcel.

Los mismos promotores son citados como testigos de las condiciones de la víctima luego de la agresión y, en algunos casos, se encargan de reunir pruebas como los vídeos del circuito interno de transporte.

La campaña tiene un doble efecto, actuando en forma preventiva para evitar abusos y, a la vez, brindando información a las víctimas que sienten vergüenza o temor, como en el caso de las niñas que padecen tocamientos por parte de varones mayores.

Desde el comienzo de su aplicación, el año pasado, si bien el programa ha tenido un número limitado de consecuencias judiciales, avanza en su labor de defender el derecho de las mujeres a no ser molestadas y erradicar las actitudes machistas que se ocultan tras ciertas conductas, las que pueden derivar en casos de violencia de género. Los coordinadores del proyecto anuncian la ampliación del programa con más cabinas y la presencia en todos los espacios públicos.

Etiquetas

Deja un comentario

No publicaremos tu direcci贸n de correo.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.