El presidente Rafael Correa solicitó un préstamo por 364 millones de dólares para encarar la reconstrucción de la región devastada por el terremoto en abril.
Que la economía de Ecuador pasa por un momento crítico lo evidencia la decisión de recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI), al que ha solicitado apoyo financiero por 364 millones de dólares. En estos años, el enfoque neoliberal del FMI ha sido blanco de críticas por parte del presidente Rafael Correa.
El país se encuentra en una urgente necesidad de balanza de pagos tras el destructor terremoto de abril que dejó más de 660 muertos. Se trata de fondos que el organismo internacional proporciona en caso de emergencias derivadas de un desastre natural y sin necesidad de aplicar un programa económico determinado. El préstamo será inmediato y a una tasa de interés anual del 1,1 por ciento, un periodo de gracia de 3 años y deberá ser reembolsado en 5 años.
Los apuros financieros de Ecuador se verifican mientras su economía sufre los efectos del bajo nivel de los precios del petróleo, el fortalecimiento del dólar de EE.UU., un bajo nivel de reservas internacionales y el acceso limitado al financiamiento internacional. Se estima para este año una recesión del 4,5 por ciento y del 4,3 por ciento en 2017, según datos del propio FMI.
Pese a que no deberá aplicar un programa económico para obtener el apoyo, las autoridades económicas se comprometieron a reprogramar las prioridades del gasto de capital y a suspender los proyectos de baja prioridad no relacionados con la reconstrucción, en el caso de que se presentara déficit de financiación.
EL FMI valoró que el Gobierno respondiera con rapidez a la emergencia con un programa fiscal para financiar los gastos generados por el terremoto, como el aumento temporal del IVA y contribuciones solidarias impuestas una sola vez sobre remuneración, utilidades de empresas y el patrimonio de las personas naturales.
El Ejecutivo estima que la reconstrucción de la zona azotada costará 3.344 millones de dólares. Otros 640 millones fueron concedidos por organismos multilaterales como el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el BID y el Banco Mundial.