Duro revés para los partidos tradicionales en Perú

Duro revés para los partidos tradicionales en Perú

El fujimorismo dejó de controlar el Congreso y será una fuerza más, el partido del ex presidente Alán García ni siquiera consiguió entrar en el Legislativo. 

Las elecciones que han renovado el Congreso en Perú han terminado siendo un castigo duro para los partidos tradicionales. Quizás el más duro revés lo ha sufrido el fujimorismo. Fuerza Popular, el partido de Keiko Fujimori que controlaba el Congreso, que es unicameral, con 74 legisladores sobre un total de 130, apenas pudo obtener 12 bancas. Su fundador, Alberto Fujimori, sigue purgando una pena por delitos de lesa humanidad y corrupción, su hija, Keiko, luego de meses en prisión preventiva espera un juicio por lavado de dinero y tráfico de influencias. Este partido conservador ha sido la causa de la disolución del Legislativo por parte del presidente Martín Vizcarra, luego de una política de obstrucción que pretendió neutralizar la lucha del mandatario contra la red de corrupción entre los legisladores, los jueces y el empresariado.

Otro partido fuertemente penalizado es el Aprista, que dos veces condujo a la presidencia a su candidato, Alan García. Este último se suicidó el año pasado cuando la policía fue a detenerlo en el marco de las investigaciones por el escándalo Odebrecht. El partido apenas reunió la mitad del 5% de votos necesarios para ingresar en el Legislativo y quedó afuera.

La extrema derecha que intentó cabalgar la ola de políticos al estilo de Bolsonaro, también fracasó al no poder ingresar en el Legislativo.

Los peruanos sin embargo votaron muy divididos. Si bien concurrió a las urnas el 80% del padrón electoral, el voto se dispersó entre una decena de grupos, y el que más apoyo recibió, Acción Popular, ni siquiera alcanzó el 11% de las preferencias. Le sigue el Frente Popular Agrícola, un grupo que surge de una iglesia evangelista de estilo mesiánico, cuyos miembros llevan a menudo largas barbas y visten túnicas. Varios otros grupos se ubican en torno al 6-8% del voto. Significa eso que habrá de negociar mucho en un Legislativo cuyo mandato finalizará en 2021 cuando nuevamente los peruanos deberán elegir al presidente y los congresistas.

Sin haber presentado candidatos oficialistas, estas elecciones también son un resultado positivo para Martín Vizcarra en su tarea de renovación de las instituciones del país, acosadas por los corruptos.

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