Saludo de película, porque evocaremos a dos geniales directores con miradas bien distintas.
El 5 de diciembre de 1890 nacía en Viena Fritz Lang. Hombre que se alistó como voluntario en la Gran Guerra. Fritz fue herido y durante su convalecencia escribió guiones de cine.
Claro, había visto el horror muy de cerca y, fruto de eso, su adhesión al expresionismo alemán. Metrópoli, fue su obra cumbre.
11 años más tarde nacía en Chicago Walt Disney, hombre que también se alistó como voluntario, pero tuvo más suerte que Fritz.
En su tiempo libre, dibujaba a más no poder. E hizo de estos dibujos una industria, donde nada fue fácil. Había repartido diarios y tenía el toque de las historietas norteamericanas. Eso lo marcó de por vida, pero Disney quiso hacer cine de animación, porque las historietas de los diarios eran muy breves. Quiso crear su propio universo y vaya si lo logró: el Ratón Mickey, Minnie, Pluto, el Pato Donald, Bambi, Mary Poppins y los parques temáticos que llevan su nombre.
Dos miradas distintas, con una obra que los trasciende largamente.