Semana Santa y turismo religioso: dos caras de la misma moneda

Semana Santa y turismo religioso: dos caras de la misma moneda

Por Marcela Villares y Renata González

Llega Semana Santa y pareciera que hay dos miradas: la de quienes quieren organizar unos días de merecido descanso y la de quienes piensan cómo vivir estos días espiritual y religiosamente; y podemos decir que vemos muchos anuncios de turismo para estos días y la iglesias que preparan sus celebraciones.

En nuestra cultura tendemos a separar lo sacro de lo profano, sin embargo Jesús es verdadero Dios y verdadero Hombre, y se encarnó para penetrar en todas nuestras realidades. Dios en el Génesis habla de descanso, Jesús en el Evangelio invita a los discípulos a descansar, por lo tanto es algo que Dios quiere para nosotros. Al igual que las grandes religiones, donde la vida religiosa inunda toda la vida.

Este año, nuevamente nos toca vivir una Semana Santa muy especial. La pandemia ha afectado a muchos sectores de la población, y en un modo muy marcado lo ha hecho con el sector del turismo. Según la Organización Mundial del Turismo se estima que se han perdido a nivel global 170 millones de puestos de trabajo. El turismo ha sido una de las industrias más golpeadas por la pandemia por la Covid-19. La llegada de turistas internacionales se ha reducido un 75% a nivel mundial.[1]

Una catástrofe sin precedentes. Se ha vuelto a números de turistas de los años 90. La Organización Mundial del Turismo estima que nos costará entre 2 años y medio y cuatro años volver al número de turistas que teníamos en el 2019. Por lo tanto, lejos de ser pensado como una actividad superflua o de elite, es una actividad que es fuente de trabajo para millones de personas. Ciudades y pueblos enteros lo tienen como principal actividad, asociada directamente a otras como transporte, alimentos y bebidas, por ello su rol preponderante en el desarrollo. Es una cara de la “cultura del encuentro” a la cual nos llama el Papa Francisco, como señalaba el Cardenal Tuckson en su mensaje por el Día Mundial del Turismo del año pasado: “Un viaje puede tener el sabor de la historia y abrir el corazón al amplio horizonte de la fraternidad y la solidaridad”.[2]

También para el ámbito del turismo esta pandemia puede tener una mirada positiva ya que ha hecho y sigue haciendo reflexionar acerca de que aquello que debe cambiar. Sin duda ante todo el cuidado de la ecología integral: lugares que estaban sufriendo consecuencias devastadoras e irrecuperables, como grandes ciudades turísticas pero con poca capacidad de recuperación. Este contexto nos pone la enorme tarea de “transformar los patrones de producción y consumo”, y nos exige desarrollar nuestra capacidad de resiliencia, trabajando desde una mirada de resiliencia económica, social y climática.

La invitación es vivir la Semana Santa en el turismo. Basta penetrar los maravillosos misterios de estos días, meditarlos y encarnarlos. El mandamiento del amor vivirlo con quienes compartiremos estos días, con quienes nos atenderá en los servicios, etc., compartir el dolor de quienes están padeciendo a causa de la pandemia en los lugares que visitamos, tener la esperanza que juntos podremos salir mejores, resucitaremos juntos. Por otro lado hay lugares que nos esperan para compartir estos días, ciudades que junto a las Iglesias del lugar desean acoger a quienes quieran visitarlos. Para turistas y comunidad local es la invitación a que estos días sean vida y poder llevarla en nuestra cotidianidad durante todo el año.


[1] “Construir un nuevo futuro Una recuperación transformadora con igualdad y sostenibilidad”, 2020 26 a 28 de octubre Trigésimo octavo período de sesiones de la CEPAL

[2] Peter K. A. Cardenal TURKSON, Mensaje del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral con motivo del Día Mundial del Turismo 2020, 07.08.2020

Deja un comentario

No publicaremos tu direcci贸n de correo.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.