Lo destaca un documento de Oxfam Brasil. Se necesitan 19 años de salario mínimo para alcanzar lo que gana en un mes el 0,1% de los más ricos.
El informe de la ong Oxfam es contundente: las seis personas más ricas de Brasil poseen una riqueza equivalente al patrimonio de los 100 millones de brasileños con menos recursos, la mitad de la población del país.
El documento de Oxfam Brasil, que ha sido divulgado este lunes bajo el título: “La distancia que nos une”, señala que el país “permanece como uno de los peores países del mundo en materia de desigualdad de renta y alberga a más de 16 millones de personas que viven bajo el umbral de la pobreza”.
El texto analiza una tendencia que es “todavía más preocupante” porque, según proyecciones del Banco Mundial, en el país podría haber a final de año hasta 3,6 millones más de pobres. Según el estudio, un brasileño que gana un salario mínimo tendría que trabajar 19 años seguidos para recibir lo mismo que el 0,1 por ciento más rico de la población brasileña gana en un mes.
Por indicadores similares es que Brasil es considerado el tercer país más desigual de América Latina, sólo detrás de Colombia y Honduras, y el 10º más desigual del mundo, según el último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Oxfam recalca que los números retratan una realidad que separa una parte de la población de servicios básicos, como oferta de agua o de médicos, aumenta las tasas de mortalidad infantil y disminuye la expectativa de vida al nacer de muchos brasileños, a pesar de que en los últimos 15 años, 28 millones de brasileños salieron bajo la línea de la pobreza. Para revertir el cuadro de desigualdad, Oxfam Brasil propone cambios en lo que llama “sistema tributario amigo de los súper ricos”, que pesa principalmente sobre los más pobres y la clase media, mayores gastos sociales y mayor formalización en el mercado de trabajo.
Se supone que las leyes en repúblicas democráticas intervienen para establecer un equilibrio razonable de la distribución de los recursos. Un sistema legislativo que favorece la imposición regresiva “ES PERVERSA” POR LO CUAL NO RESPONDE A PARÁMETROS COMPATIBLES CON LA DEMOCRACIA, son leyes injustas o la perversión del sistema jurídico, es una tendencia muy marcada no solo en Brasil: donde los datos son escandalosos; sino en todo el mundo fruto de la dictadura del libre mercado.