Es uno de los últimos bolsones donde se han concentrado los yihadistas. Los curdos apoyan el gobierno de Damasco, a cambio de una futura autonomía.
La guerra en Siria va hacia sus últimas batallas. El gobierno del presidente Bashar al Assad con el apoyo militar aéreo de Rusia y ahora con el apoyo de fuerzas curdas, comenzó el ataque en la provincia de Idlib, en el noroeste del país.
Idlib es uno de los enclaves en el que se han concentrado los yihadistas en Siria, muchas veces luego de haber negociado con el ejército sirio el abandono de sus posiciones, como en la Ghouta, los alrededores de Damasco. Ha sido ésta la estrategia de Assad para ir recuperando el control del territorio nacional y además poder concentrar los enemigos y, a la vez, sus fuerzas menguadas luego de años de guerra. Queda otro enclave más, en la frontera con Jordania e Iraq, en el sur del país, controlado por el Isis. El ejército regular controla el 60% del territorio y la parte restante está bajo el control de los curdos.
Hace meses que los curdos negocian con Damasco una mayor autonomía de sus provincias. En el pasado, este fue un tema de permanente conflicto. Pero parece que los curdos están consiguiendo un acuerdo a cambio de colaborar en la liberación del país. Su combatividad y eficiencia es notoria, ha sido puesta a prueba contra el Isis. Unos 8.000 efectivos estarían participando de la liberación de Idlib. Por otro lado, las provincias kurdas son también zonas petroleras, esenciales para la recuperación de la economía nacional. Turquía, que está del otro lado de la frontera norte, es adversa a los curdos, minoría presente también en el vecino país, y desde siempre en conflicto con Ankara. El gobierno turco teme un fortalecimiento de los curdos sirios, en sintonía ideológica con los curdos turcos, lo que podría alimentar esa disidencia en el país. El presidente turco Erdogan, prefiere en todo caso una autonomía curda en Iraq, pero hay grandes diferencias, tribales e ideológicas entre los curdos turcos y sirios, con sus hermanos iraquíes. Es por ello, que un sector norteño de Siria, el sector de Afrin, bajo su control en cooperación con los restos del Ejército Sirio Libre, que representaría la verdadera disidencia siria. Afrin es en realidad un cantón curdo en la frontera turca.
En el fin de semana hubo intensos bombardeos contra las posiciones rebeldes. No hay modo de verificar en modo independiente si hubo víctimas civiles y de milicianos, y cuántas. Se habla de medio centenar de civiles muertos. En Idlib se han concentrado muchos civiles, los que podrían fácilmente quedar en medio de los enfrentamientos para liberar el sector. Por otro lado, para los civiles es una pesadilla la vida bajo el control de grupos como Al Nusra, sucursal siriana de Al Qaeda, como se pudo verificar en los territorios ahora liberados del país.