Esta es la receta de una entrada, es decir, un plato ligero que sirve para preparar el paladar a los platos siguientes.
Tengan a disposición abundante y sabroso caldo de pollo (no de cubito), más de un litro, si es posible preparado en una anterior oportunidad o en coincidencia con esta comida para otro plato. En caso de no disponer de caldo de pollo, simplemente agreguen al agua un ajo cortado en dos y un poco de orégano fresco. De todos modos, esperen que el caldo (o el agua) hiervan antes de agregar el zapallo.
En una olla pondrán a cocinar en el caldo ya en hervor un medio kg de zapallo ya trozado y privado de su cáscara. Cuando ya esté bien blandito, retirar el zapallo y guardar el caldo.
En otra olla (o laven la misma que han utilizado) sofreír medio puerro grande, bien picado, en una cucharada de mantequilla. Dejen que el puerro se cocine suavemente. Para una mayor consistencia cremosa se podrían agregar 50 ml de crema de leche. Si queremos que el plato sea más ligero, puede servir un poco de leche en polvo (incluso sin lactora) disuelta previamente en un poco del caldo de cocción del zapallo.
Agreguemos el zapallo y aplastemos para que se vaya formando la crema. Rematemos al final con un mixer en modo que el plato resulte bien cremoso. Unos minutos más de fuego bajo ayudarán a eliminar el exceso de líquido o, al revés, podemos agregar más caldo si es de nuestro gusto.
Solo hará falta emplatar (pueden ser oportunos potecitos o tazas para sopas) y espolvorear arriba perejil finamente picado. Si es de su gusto, podrán agregar croutones de pan que harán preparado previamente al horno. Los amantes del queso rallado podrán agregarlo sin problemas.