El nacimiento de Alfredo Zitarrosa.
Un día nace el cantor. Lo hace “disimuladamente”, porque la dama opta por la vida, y elige dar a luz. Su nombre es Blanca y será madre soltera. Pichón de desafío, cuando corre el año 1936 en el Río de la Plata, que no es Virreinato, pero más o menos…
Hará que lo críe un matrimonio amigo, porque las monedas escasean. Esa fue la infancia de un tal Alfredo Zitarrosa, un ser que se hizo observando lo cotidiano, escuchando con atención, escribiendo y hablando.
Después, mucho después, vendría el canto. Primero fue la locución, la interpelación a la razón. Y cuando los vintenes no aparecían y andaba por el Perú, se hizo cantor (profesional).
El resto es una historia profunda, intensa, bellísima. La forma de componer, de decir, de pensar. Su atípico actuar, su andar enjuto. Su sempiterna sobriedad para vestir en el escenario. Su pequeño físico, agrandado por ese cerebro que no descansaba. Su exigencia para consigo mismo. Sus guitarras, sello distintivo, lo más cercano a las del Mago francorientalcriollo apellidado Gardel.
La pasión por el pastel de papas, su miel, el mate de guampa. Un tipo del que suenan los primeros dos acordes, y el oyente alucina estar en algún lugar verde y campero. Un ser con voluntad de poeta, devenido laboralmente cantor. Un exquisito de la afinación, que se sale de la nota, pero siempre dentro de márgenes, como para que suene bien. Un filocomunista, pésimo jugador de truco, pero siempre (y hasta la eternidad) dispuesto a darlo todo.
A modo de obsequio y resumen de la obra zitarrosiana, traemos un disco fraterno que conjuga valores musicales, poéticos, y encierra tamaña vida en 4 versos. Se trata de “Sobre Pájaros y Almas”, obra conceptual de Alfredo Zitarrosa, junto a Héctor Numa Moraes, dos artistas orientales dos, que el querido Uruguay regaló al mundo. Es un vinilo para escuchar con auriculares, o ideal para rumiarlo dentro de un viaje en coche. Eso sí, invito a disfrutarlo de un tirón. Uno debe estar dispuesto a escuchar música, poesía, relatos, y abrir el corazón.
Si se desconoce el sonido de Zitarrosa, se puede hallar aquí un compendio de toda su obra. Algo así como el ADN en flor. Sobre pájaros y almas está plagado de giros humorísticos, y otros profundos como nuestras almas. Es la obra póstuma del gran Alfredo. Un gigante que nos dejó, pero sigue cada vez más vivo al escucharlo.
Feliz cumple Flaco en este 10 de marzo: “Tu alma de pájaro se echó a volar, allá por el 89′. Y nos sigue sobrevolando, a Dios gracias”.