La Corte Constitucional aprobó el mecanismo con el cual los electores podrán aprobar o rechazar el resultado de cuatro años de negociaciones para poner fin al conflicto armado con las FARC.
El presidente de Colombia Juan Manuel Santos acaba de anotar otro punto a su favor. Luego de seis meses de estudio, la Corte Constitucional ha dado ayer el visto bueno al plebiscito con el que el Gobierno pretende someter el acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC al voto popular.
El mecanismo fue aprobado por los magistrados con una votación de 7 contra 2. Meses atrás ocurrió lo mismo en el Congreso, sin encontrar mayores trabas. Lo que evidencia que es cada vez mayor el aislamiento político del Centro Democrático, liderado por el ex presidente y senador Álvaro Uribe, quien mantiene una oposición radical al acuerdo de paz.
Según la ley, este mecanismo es la voz popular para apoyar o rechazar una decisión del Ejecutivo. En este caso, los colombianos tendrán que decir por el “sí” o por el “no” a una sola pregunta, que se conocerá después de que se firmen los acuerdos. El presidente, Juan Manuel Santos, confirmó que solo entonces convocará la consulta. Desde que el Congreso aprobó esta figura, la polémica se había centrado en dos temas el umbral de participación y el mecanismo de consulta: referendo o plebiscito.
La opción por el plebiscito ha sido clave, pues de haberse aprobado un referendo, la boleta de votación debería haber contenido el texto completo del acuerdo de paz, votado artículo por artículo. Lo que se volvería imposible de concretar. La Corte, además, aprobó que bastará aprobar o rechazar el acuerdo de paz será suficiente que concurra el 13 por ciento del censo electoral, es decir, 4,5 millones de votos. El acuerdo de paz deberá darse a conocer en su totalidad 30 días antes de la consulta.
Tras conocerse la decisión de la Corte, Santos apeló a la participación de los electores: “Hay momentos en la vida y en las democracias en los que la indiferencia no puede ser la opción. Este es uno de ellos”.
El Gobierno y diversos sectores que respaldan el proceso de paz se volcarán en una ingente campaña para que el sí logre un amplio respaldo. La Corte Constitucional señaló que esa campaña no podrá contar con recursos del Estado, pero dejó abierta la posibilidad de que los empleados públicos participen de ella, siempre y cuando no se involucre a ningún partido político en particular.
El Gabinete fue renovado recientemente por Santos abarcando sectores políticos que apoyan el proceso de paz, por lo que es de esperarse que los mismos se vuelquen en la promoción del plebiscito también para remarcar el distanciamiento del derechista Centro Democrático del resto de la comunidad política. Lo que puede abrir crisis internas en este sector que se apartaría de un momento histórico para un país que espera cerrar un largo y doloroso capítulo de su historia.