A un mes y diez días del plebiscito que rechazó el primer acuerdo, el Gobierno y las FARC alcanzaron un nuevo pacto que incorpora 57 puntos, con cambios de sustancia.
El Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC anunciaron este domingo en La Habana haber alcanzado un nuevo acuerdo que tiene en cuenta los aspectos rechazados por la ciudadanía en el plebiscito del 2 de octubre.
Luego de días de febriles negociaciones, las partes lograron consensuar un documento que incorpora 57 puntos sugeridos por los sectores que rechazaron el acuerdo inicial pero sin “sacrificar” el espíritu de aquel histórico pacto, según el jefe negociador del Gobierno, Humberto De la Calle.
El nuevo documento lleva la firma de los jefes negociadores del Gobierno, Humberto de la Calle, y la guerrilla, “Iván Márquez” (alias de Luciano Marín Arango), en presencia del ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez. Se incorpora al texto la realización de un inventario del patrimonio en manos de las FARC para que sea destinado a indemnizar a sus víctimas. Además, se suprimió el punto relativo a que el pacto sea incorporado a la Constitución colombiana.
Un aspecto importante son las aportaciones al capítulo de la Jurisdicción Especial para la Paz, como las características y mecanismos de la restricción efectiva de la libertad, por las que se determinan lugares de restricción de libertad para los responsables de delitos de sangre que cooperen con la Justicia. Otro punto acordado es la sostenibilidad económica del acuerdo, cuyo costo estará vinculado a la disponibilidad de recursos.
El presidente Juan Manuel Santos anunció que no fue posible alcanzar un acuerdo acerca de la participación a la activdad política, uno de los puntos más resistidos: los jefes de las FARC podrán ser elegidos para cargos públicos “Tengo que decirlo con franqueza: aquí no se logró avanzar”.
El ex presidente Álvaro Uribe, uno de los principales exponentes del frente que se opuso en octubre al primer acuerdo, solicitó que el nuevo acuerdo sea presentado a la oposición y a las víctimas del conflicto armado antes de darlo como “definitivo”.
Para Humberto de la Calle “este documento señala caminos viables y posibles para acabar con tantas décadas de conflicto en Colombia”. Por su parte, el guerrillero Iván Márquez las FARC cedieron hasta los “límites de lo razonable y aceptable” llamando a la concordia nacional. Y es opinión de las partes, en un comunidado conjunto, que la paz no puede esperar más.