Variadas especulaciones por parte de las empresas que realizan encuestas mostraban que las elecciones sobre el nuevo proyecto constitucional estarían ajustadas con fallo fotográfico, pero no fue así. Por segunda vez en poco más de un año los chilenos volvieron a expresar su rechazo a una Nueva Constitución, que significaba el fin de un proceso que se inició en octubre de 2019 como respuesta de la clase política a las demandas sociales producidas en el estallido de ese año.
En una jornada marcada con una alta asistencia a los locales de votación, los primeros cómputos marcaron una clara tendencia a la opción “En Contra” que triunfó con un 55,76% frente a un 44,22% del “A Favor”.
El Presidente Gabriel Boric comentó en cadena nacional que la soberanía popular ha expresado de manera clara su voluntad “con esto quiero ser claro, durante nuestro mandato se cierra el proceso constitucional”.
El mandatario además afirmó que se seguirá con la actual Carta Magna y criticó que la clase política no lograra en dos oportunidades llegar a acuerdos. Si bien en un comienzo este proceso generaba esperanza, terminó causando desilusión, por eso en esta etapa pidió “no volver a cometer los mismos errores y llegar a consensos”.
Para el analista político Víctor Hernández, la gran derrota de la jornada la vivió la clase política y añadió “pasamos de un proyecto de extrema izquierda a uno de extrema derecha, con esto queda reflejado que en Chile los electores no se sienten comprometidos con proyectos refundacionales como en el caso o con reglas que benefician a los más privilegiados como en el texto de ahora”. Con lo acontecido queda vigente la Constitución aprobada en 1980 bajo el mandato de Augusto Pinochet, que desde entonces ha tenido algunas reformas y que lleva la firma del ex Presidente Ricardo Lagos el 2005.