El sueño se estrelló ante Brasil, que superó por 3 a 0 a la Roja. Escasos remates al arco, se evidenció la carencia de peligrosidad ofensiva.
La Roja no puede atribuir sino a sí misma el quedar fuera del mundial de Rusia 2018. Anoche ante Brasil, el equipo se estrelló contra un equipo sólido que evidenció las carencias que se fueron manifestando en la última parte de las Eliminatorias: escasa construcción de juego ofensivo contundente, esterilidad en el ataque.
El primer tiempo terminó en cero. Chile no llegó a preocupar el adversario, al tiempo que los punteros verdeamarelos mandaron algunas peligrosas advertencias al arco visitante. En la segunda parte el encuentro cambió y fueron necesarios tres minutos a los brasileños para liquidar el partido. A los 54’ un tiro libre de Dani Alves obligó al arquero chileno al rebote y la pelota fue aprovechada por Paulinho. A los 56 Gabriel Jesús anotó el segundo gracias a una bella asistencia de Neymar.
Fue suficiente. Chile no pudo articular una respuesta contundente. A Chile le hubiera bastado un empate para clasificar. El empate de Perú puso en igualdad a la Roja, pero en desventaja por diferencia de goles. Hubiera bastado meter una pelota en el arco para llegar al repechaje. Pero cuando el seleccionado se acercó más al arco brasileño llegó el tercero de contragolpe, aprovechando que también el arquero Bravo se había trasladado intentando aprovechar un córner. Fue lo último.
Chile quedó fuera del mundial y merecidamente. De los últimos puntos disputados solo consiguió 3, debían haber sido al menos 7 y posiblemente 9, queriendo calcular la derrota con Brasil. Perdió de local contra Paraguay, perdió por la mínima diferencia contra Bolivia y en modo inexplicable. Derrochó las oportunidades de gol, pese a la poca producción al respecto.
Se concluye la etapa del DT argentino Juan Antonio Pizzi y se cierra un ciclo con jugadores de nivel. Habrá que mirar al futuro aprovechando una generación que le ha dado al hincha chileno inéditas satisfacciones y, pese a todo, buen juego. ¡Vamos Chile!