Hasta el momento, los trabajadores aportaban con un descuento del 10% de sus sueldos. Se agrega un 4% que incrementa el ahorro individual. Otro 0,2% irá a un fondo solidario.
Luego de muchos años, Chile introduce una parcial reforma de su sistema jubilatorio. El presidente Sebastián Piñera ha anunciado que los aportes jubilatorios subirán un 4,2 por ciento, pasando del actual 10 por ciento al 14,2 por ciento de modo de incrementar el ahorro individual y obligatorio que deben realizar los asalariados chilenos. El incremento en los aportes estará a cargo de los empleadores, lo que supone una transferencia de recursos del sector más rico del país al sector asalariado, cuyos ingresos son normalmente bajos.
Se estima que en el país más del 50% de los que reciben un sueldo, tienen ingresos entre los 100 y 500 dólares mensuales; otro 31,3% recibe ingresos entre 500 y 1.000 dólares por mes. Es decir, apenas el 18,7% tiene ingresos superiores a los 1.000 dólares. Las estimaciones dicen que en el país, una familia de cuatro personas, necesita ingresos mensuales entre 1.500 y 1.800 dólares mensuales para conducir una vida digna.
Ha habido numerosas protestas contra el sistema previsional que ha instituido las Administradoras de Fondos Previsionales (AFP), con la idea de que las jubilaciones alcanzarían en 70% del sueldo. Sin embargo, ese nivel se alcanza solo en casos contados, puesto que la enorme mayoría de pensionados cobra jubilaciones muy bajas, por debajo a menudo del 50% del salario último. Por otra parte, se cuestionan las AFP que por ser ente recaudador, cobran sus comisiones antes de ejercer la administración de los fondos, poniéndose a resguardo de los riesgos empresariales. Éstas, además, cobran una parte del resultado de las sumas invertidas de diferentes maneras.
Un 0,2% del incremento, será destinado a un fondo solidario, que intenta socorrer a los menos favorecidos por el mercado del trabajo. Habrá nuevas instituciones que podrán administrar el incremento de aportes, además de las AFP. Se especula que eso podría incrementar la competencia entre las instituciones que operan como AFP, o las futuras, haciendo posiblemente más rentable el sistema para los pasivos.
El sistema nuevo se incrementará progresivamente.