La estructura se ubicará a más de 3 mil metros de altura en la región de Antofagasta. Este instrumento óptico permitirá observar con mayor nitidez fenómenos clave del universo.
Se realizará en Chile el más grande telescopio del mundo. El instrumento óptico estará realizado completamente dentro de 7 años, en 2024, y se ubicará en el cerro Armazones, en la Región de Antofagasta.
El Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT), éste es nombre técnico, y la realización de algunas de sus partes ya ha comenzado en varios países de Europa, al tiempo que mañana la presidenta Michelle Bachelet participará de la colocación de la primera piedra en la localidad norteña del país.
Entre enero y febrero comenzarán las obras de la estructura edilicia del edificio que contendrá el E-ELT. El cerro Armazones alcanza los 3.046 metros de altura, en plena región desértica, cuyas características climáticas aseguran cielos particularmente despejados y la ausencia de otras fuentes luminosas artificiales, las que podrían afectar la visión de los telescopios. Hasta el momento, la mayoría de las empresas comprometidas con el proyecto de la construcción del telescopio son europeas, aunque subcontratan servicios a empresas locales por un total de 100 millones de euros.
El espejo del E-ELT medirá 39 metros de diámetro y por sí solo podrá reunir más luz que la suma de todos los grandes telescopios existentes en el planeta, unas 100 millones de veces más luz que el ojo humano. Eso permitirá observaciones de zonas del universo muy distantes de la Tierra, captando objetos más débiles. La tecnología del espejo corrige la distorsión provocada por la atmósfera, en tiempo real y permite ver con mayor nitidez y con una resolución angular mayor que los otros telescopios.
Los expertos señalan que el E-ELT podrá realizar estudios sobre la formación de las primeras estructuras en el Universo, de las que los telescopios actuales no permiten observar prácticamente ningún detalle. Es decir, que será el primer telescopio que pueda ayudar a identificar vida más allá del Sistema Solar. Estamos ante algo parecido a la revolución que supuso el uso del telescopio por parte de Galileo Galilei hace más de 400 años. El telescopio podrá tomar imágenes directas de los planetas, que en la actualidad se detectan por los efectos que tienen en su estrella, y analizar su atmósfera. Se podrá avanzar en temas sobre los cuales todavía los astrónomos saben muy poco, como la aceleración del Universo y otras leyes de la física.
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