Los dos países discrepan acerca de la mecánica de los hechos, cada uno asegurando que ocurrieron en su territorio. La expulsión permitirá reducir la tensión bilateral.
Si bien las partes quedaron relativamente satisfechas, puede que la decisión del juzgado del tribunal chileno de Pozo Almonte, en el extremo norte del país, descomprima uno de los pleitos surgidos entre Chile y Bolivia. La jueza del tribunal condenó este miércoles a nueve funcionarios bolivianos, detenidos desde marzo, a una pena de tres años de presidio, pero aplicó la medida sustitutiva de expulsión del país, por lo que los 9 arrestados podrán regresar a Bolivia.
La jueza de garantías Isabel Peña leyó la sentencia en presencia de los acusados y el fiscal de Tarapacá Hardy Torrez, quien había pedido la pena mínima de tres años durante la sustanciación del juicio abreviado que se instaló el martes.
Los sentenciados son el capitán de ejército Alex Carvajal, el suboficial Carlos Calle y los funcionarios aduaneros Arsenio Choque, Casimiro Tórrez, David Quenallata, Karl Luis Guachalla, Bryan Quenallata, Edilberto Raúl Flores y Diego Guzmán, quienes fueron detenidos y posteriormente encarcelados cuando luchaban contra el contrabando en la zona fronteriza, según la versión aceptada por las autoridades bolivianas. Para las autoridades policiales chilenas, los acusados estaban intentando robar camiones en territorio chileno, de ahí el arresto y el procesamiento.
Las dos cancillerías no pudieron acordar una misma versión de los hechos. Incluso, para la policía chilena, los arrestados fueron apresados dos kilómetros dentro del territorio nacional, para las autoridades bolivianas el hecho ocurrió 500 metros antes de la frontera con Chile.
En estas semanas, las relaciones entre los dos países se habían crispado ulteriormente, debido a las consecuencias de este episodio.
Todos fueron, en primera instancia, condenados a la pena de 3 años y un día de presidio por delito de robo con intimidación y violencia. Adicionalmente, el tribunal condenó a los dos militares bolivianos a pena de 3 años y un día de presidio por delito de porte ilegal de arma de fuego prohibida. Asimismo, los militares y aduaneros bolivianos fueron condenados a pena de multa de 64.000 dólares por el delito de contrabando.
Los uniformados además fueron sancionados con la prohibición de ingreso a Chile por 20 años, mientras que los aduaneros no pueden hacerlo durante 10 años. El dictamen señala que si vulneran a esa prohibición serán pasibles al cumplimiento de la pena de cárcel.
El regreso de los protagonistas de este episodio a sus hogares podrá sin duda ayudar a evitar que siga la escalada verbal entre las dos diplomacias, en el marco de relaciones difíciles, con en medio el litigio entre los dos países por el acceso soberano al mar de Bolivia, que está siendo tratado ante el Tribunal Internacional de La Haya.
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