Elecciones en Chile: Extremos políticos pasan a segunda vuelta. En una jornada marcada por las sorpresas, José Antonio Kast y Gabriel Boric se verán las caras el próximo 19 de diciembre.
Por Alejandra Vasquez Alvarado y Pablo César Herrera Navarro
Con el 100% de las mesas escrutadas el representante conservador José Antonio Kast lideró las preferencias con un 27, 91% mientras que el diputado y ex líder estudiantil Gabriel Boric le secundó con un 25,83%.
Estos resultados expresan la caída de los bloques políticos tradicionales que cimentaron el poder político desde el retorno a la democracia. Sin embargo lo más sorprendente es el cambio de tendencia de las recientes votaciones para la Asamblea Constituyente efectuadas el 15 de mayo del presente año. En estas votaciones la centroizquierda e izquierda obtuvieron más de dos tercios de los escaños.
Podemos observar que no está definida la posición política de las y los chilenos, en palabras del académico en ciencia política Claudio Fuentes: “Lo que en realidad observamos es una sociedad fragmentada, dividida, que tiene distintas lealtades y que llegado el momento de votar, dependiendo de las circunstancias, sale a apoyar alguna opción. Chile es un país de identidades, de nichos que se movilizan por sus propias causas.”
Otro fenómeno que dejó muchos interrogantes sobre el electorado de Chile es el tercer lugar, que lo ocupó el economista Franco Parisi, un candidato “fantasma”, con el 12,80% de los votos. El representante del Partido de la Gente estuvo ausente de manera presencial, no participó de ningún debate televisivo y realizó una campaña telemática enfocada en las redes sociales desde Estados Unidos.
Más atrás quedó el candidato oficialista Sebastián Sichel con un 12,78 % lo que marca un fracaso en la continuidad del bloque político que encabeza el Presidente Sebastián Piñera. De cerca le siguió la candidata Yasna Provoste (11,60%), representante de la Concertación, agrupación de partidos de centro izquierda que gobernaron Chile en las últimas tres décadas y en la parte baja quedaron Marco Enriquez- Ominami (7,6 %) y Eduardo Artés (1,4 %).
A diferencia de las elecciones a Constituyentes, donde hubo un aumento de la participación electoral en esta oportunidad el porcentaje llegó a un 47% de un universo de 18 millones de personas habilitadas para emitir su sufragio.
Si bien Gabriel Boric candidato del Frente Amplio lideró las preferencias en zonas urbanas especialmente en Santiago, José Antonio Kast obtuvo mayoría en los sectores rurales.
Para el Cientista Político y experto electoral Ignacio Pinto las fuerzas políticas de antaño no han sabido reinventarse: “No han logrado entender la nueva lógica de los votantes e insisten en caer en el mismo error de la política de partido. En este país apenas el 4% de las personas militan en algún conglomerado, por lo que seguir pensando que las elecciones se pueden ganar solo con los partidos es ingenuo”.
A juicio el buen desempeño de Franco Parisi fue toda una sorpresa: “Un presidenciable ausente que no estuvo en Chile y no participó en los debates, un fenómeno que tiene origen en el descontento que existe hacia la política, un voto de castigo, donde un outsider logra capitalizar y cautivar al chileno que está cansado de ver a los mismos de siempre disputándose el poder. Sin duda su votación cercana a los 900 mil marcará la pauta en esta nueva campaña electoral”, añadió Pinto.
Junto a las elecciones presidenciales también se llevaron a cabo las parlamentarias que dejaron un Senado con fuerzas parejas entre la derecha e izquierda y que tuvo en Fabiola Campillai (independiente) una de las víctimas del estallido social como la más votada en Santiago. En menos de un mes se define quién gobernará este país cordillerano, esperemos que prime el diálogo en vez de la polarización y que salgan a flote las mejores propuestas para un cambio en el bienestar social, económico y ambiental de su población.