En junio, en el país andino entrará en vigencia la ley que obliga a informar al consumidor sobre la composición de alimentos envasados.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2014, el 39 por ciento de las personas adultas tenían sobrepeso y el 13 por ciento eran obesas. Esta situación aumenta el factor de riesgo de padecer enfermedades no transmisibles, como patologías cardiovasculares, diabetes, hipertensión, trastornos del aparato locomotor y algunos cánceres (endometrio, mama y colon, por nombrar algunos). En medio de este desalentador contexto, Chile no se queda atrás y ha manifestado un considerable aumento en el peso de su población, liderando junto con Argentina, los países con el más alto índice de sobrepeso y obesidad.
Con la intención de disminuir estas alarmantes cifras de obesidad en la población y sobretodo infantil, el Gobierno de Chile promulgó la Ley de Etiquetado de Alimentos y Publicidad (Ley N° 20.606), comúnmente llamada “Ley Súper 8”, que comenzará a aplicarse a partir del próximo 26 de junio. El objetivo principal de la Ley N° 20.606 sobre Composición Nutricional de los Alimentos y su Publicidad, es exigir un etiquetado especial para aquellos Alimentos Genéticamente Modificados (GMO), considerándose a éstos todos aquellos que estén compuestos o contengan material genético, que ha sido alterado en una forma en que no ocurre naturalmente, utilizando técnicas de ingeniería genética.
La ley responde a tres consideraciones. En primer lugar, se han introducido con fuerza, en el mercado, los alimentos GMO, siendo éstos un factor influyente en el incremento del sobrepeso y la obesidad en Chile, así como de enfermedades no transmisibles como las cardiovasculares, diabetes, hipertensión, entre otras. Antes de adquirir un producto, el público debe tener acceso a la información sobre si éste ha sido obtenido con técnicas de manipulación genética, de tal manera que las personas puedan elegir si es que asumen el riesgo de consumirlo o no. En tercer lugar, conforme a lo que establece la Constitución política, las personas tienen derecho a la protección de su salud y es obligación del Estado coordinar y controlar las acciones relacionadas con la salud pública.
La particularidad de la ley es que quedan afectados sólo los alimentos envasados, y no productos a granel o sin envasar como el pan y la comida chatarra, que son una de las principales causantes de los altos índices de obesidad en adultos y niños. En vista de los diversos argumentos expuestos y las experiencias internacionales de países latinoamericanos, se puede inferir que la Ley de Etiquetado de Alimentos chilena es bastante estricta y ha sido muy controversial, principalmente porque la industria alimentaria se ha manifestado en contra de las indicaciones que ha presentado el Gobierno.
En gran parte estas controversias se han generado principalmente, por que han indicado que el Ministerio de Salud no ha sido claro, respecto a la logística de implementación de la ley y la industria considera que no fueron tomados en cuenta durante la tramitación del proyecto, siendo ellos un actor primordial.
De todos modos, el proceso puesto en marcha tiene muchos componentes. Por ejemplo, obliga a los pequeños centros de venta de alimentos situados en los colegios a evitar el expendio de productos con grasas saturadas y comida que no sea sana.
Fuente: http://www.desarrollando-ideas.com/