Se aplica desde ayer y regirá hasta el próximo 9 de enero. La decisión marca un avance importante en las negociaciones de paz.
El Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), comenzaron a aplicar el cese del fuego que desde este 1 de octubre regirá temporalmente hasta el próximo 9 de enero.
La tregua supone el mayor avance en las negociaciones de paz que desde febrero llevan a cabo entre las partes en Quito (Ecuador), para terminar de cerrar el conflicto más prolongado de América, que dura desde hace medio siglo. “A partir de este momento, y como lo dijo nuestro comandante Nicolás Rodríguez, el ELN cumplirá el cese al fuego bilateral de manera plena”, sostuvo por twitter dijo la delegación de paz del grupo insurgente.
Es la primera vez que el ELN acepta suspender sus operaciones de forma temporal y recíproca desde que se levantó en armas en 1964. De su lado, las fuerzas armadas ya habían recibido la instrucción del presidente Juan Manuel Santos de interrumpir sus operaciones.
La tregua viene precedida de una semana de ataques contra la fuerza pública y uno de los principales oleoductos del país, que dejan un militar muerto y derrames de crudo en varios ríos de los departamentos de Norte de Santander y Arauca, fronterizos con Venezuela. El sábado los rebeldes también sufrieron un duro golpe al perder a uno de sus líderes en el noreste del país, conocido como “Carro Loco”, en una operación de comandos especiales, dijo el mando castrense en un comunicado. Otros tres policías murieron en una emboscada y uno de los presuntos agresores fue abatido en el municipio de Miranda. En principio la policía atribuyó el ataque a guerrilleros disidentes de las FARC, aunque en la zona también opera el ELN.
Aun así, el presidente Juan Manuel Santos confía en que cese el fuego “sea el primer paso para lograr la paz” con este último grupo, tras lograr el desarme de las FARC, la que fuera la guerrilla más antigua y poderosa del continente.
Con unos 1.500 combatientes, según cifras oficiales, la organización se comprometió a detener los ataques petroleros, la toma de rehenes, el reclutamiento de menores de 15 años y la siembra de artefactos explosivos.
Desde enero han muerto o resultado heridos 47 efectivos de la fuerza pública a manos de los rebeldes, según el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.
El gobierno, por su parte, deberá mejorar las condiciones carcelarias de unos 450 guerrilleros y fortalecer la protección a líderes sociales y de derechos humanos, blanco de ataques que dejan 190 muertos desde enero de 2016, según la Defensoría del Pueblo. También el ELN aceptó analizar “la liberación de los secuestrados que ya tienen en su poder”, según el jefe negociador del gobierno, Juan Camilo Restrepo.
Un mecanismo conformado por la ONU, el gobierno, los rebeldes y la Iglesia católica verificará la tregua sobre el terreno. La ONU desplegará observadores en los 33 municipios con mayor presencia del ELN, mientras la Iglesia acompañará al mecanismo desde 20 diócesis.