Una nueva propuesta para la mesa familiar.
Para este plato corten en trozos gruesos una cebolla grande que pondrán a sofreír en poco aceite en una cacerola alta o, mejor, en una olla de barro. Añadan 500 o 600 gr de pulpa de cerdo. Elegí este tipo de carne ya que se cocina rápidamente y es sabrosa. Utilicé el jamón, del que saqué el hueso. Dejen que la carne se selle bien utilizando un fuego intenso y luego agreguen medio morrón picado en juliana, del color que prefieran, aunque si es posible viene bien usar el amarillo, dos dientes de ajo machacados y una ramita de romero. Cuando todo habrá tomado sabor añadan medio vaso de vino tinto. Dejen evaporar el alcohol y completen con dos zanahorias medianas y un zapallito italiano más bien grande, todo picado en trozos chiquitos. Dejen unos minutos a fuego medio para que comiencen a ablandarse las hortalizas y completen con dos cucharadas de puré de tomate, una pizca de orégano fresco, un par de hojas de laurel y dejen cocinar unos 15 o 20 minutos más, hasta que la carne esté lista, habiendo agregado sal y pimienta a gusto.
Mientras tanto preparen la polenta, pueden usar la instantánea vertiéndola en la cantidad necesaria de leche, sola o mezclada con agua. Como cada vez más gente no tolera la leche, pueden utilizar una sin lactosa. Completen la polenta con un par de cucharada de mantequilla. Cuiden de que no quede demasiado líquida. Para ello, tengan a mano o más polenta o, de ser necesario, más líquido. Como punto de referencia, que sea un poco más espesa que un puré de papas. Notarán que luego de un par de minutos en el plato, la polenta se pone bien firme. Sirvan como en la foto, con un buen vino tinto.
