Cazuela de garbanzos (con o sin fideos)

Cazuela de garbanzos (con o sin fideos)

Los garbanzos son una leguminosa que, primero en Oriente Medio y luego en el área mediterránea, se ha transformado en un alimento querido y apreciado en muchos países.

Su cocción no es rápida, se caracterizan por necesitar una larga permanencia en la cacerola, o en la olla a presión. Es imprescindible mantenerlos en remojo durante toda la noche o, mejor, desde la tarde del día anterior. Antes de comenzar a hervirlos, podrá convenir cambiar el agua en la que quedaron remojándose, se eliminará algo de almodón.

Para la receta de hoy podemos poner 300 gr de garbanzos en una cacerola alta con abundante agua (si tienen una olla de barro, les garantizo un sabor final todavía más rico), agregando un diente de ajo cortado en mitades, algo de romero y orégano frescos para aromatizar el plato y cuidar que la espuma que se formará con el primer hervor no desborde. En ese momento, reduzcan el fuego y agreguen una cucharada de café de bicarbonato, que ayudará la cocción.

Cuando ya los garbanzos avanzan en su cocción (al menos unos 90 minutos después), se puede preparar para saltear en una sartén, en dos cucharadas soperas, media cebolla, medio morrón chico picado (del color que sea), 100 gr de panceta, tocino (también jamón serrano, si tienen), una zanahoria grande. Cuando las verduras se ablanden agregar un tomate mediano picado y dejar cocinar unos diez minutos esta salsita. Mientras ocurre eso, corten en pedazos chicos 500 gr de zapallo que agregarán a los garbanzos. Añadir la salsa que han preparado en la sartén y dejar que todo vaya tomando sabor. Cuando los garbanzos estarán bien cocidos, se habrá formado un caldo más bien espeso debido al aporte del zapallo y a los propios garbanzos al deshacerse. Este caldito espeso es la gracia de este plato, poco atractivo si demasiado líquido. Ajusten el sabor con sal y pimienta (o si prefieren añadiendo en su momento algo de ají molido a la salsa). Cuando todo estará listo, apaguen y agreguen un buen puñado de perejil y un diente de ajo picados finos, un chorro de aceite de oliva y dejen reposar cinco minutos.

Antes de llegar al puñado de perejil y ajo picado, pueden elegir entre servir el plato como indicado arriba o agregarle fideos. Si, fideos, han leído bien. Si nunca han comido un plato así, es la oportunidad para probarlo. Para cuatro personas, dispongan de 200 gr de espagueti cortados, del largo de un dedo, o también de fideos cortos para sopa (como en la foto).

Es una comida suficientemente fuerte como para constituir un almuerzo, por ejemplo, bastará complementar el todo con algunas ensaladas.

¡Buen provecho!

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