En los comicios locales, hubo un fuerte retroceso del PT mientras que se afirman el oficialista PMDB y los socialdemócratas, que conquistaron en primera vuelta San Pablo.
La geografía política de Brasil registró un cambio importante luego de las elecciones municipales en las que se destaca una derrota del Partido de los Trabajadores (PT), el ascenso de su gran rival de siempre, el Partido de la Social Democracia (PSDB) y una posición de fuerza del oficialista Partido del Movimiento Democrático (PMDB) que no conquistó grandes centros pero retuvo el gobierno de numerosas localidades del interior.
Hubo un récord en las abstenciones, que alcanzaron el 17,6 por ciento, que es indicador de la crisis en las relaciones entre los electores y la política. Unos 25 millones de habilitados, sobre un total de 114 millones decidieron no concurrir a las urnas. En Río de Janeiro la abstención alcanzó el 20,5 por ciento, seguida de cerca por otras capitales como Salvador de Bahía, Sao Luis, Belo Horizonte y San Pablo, donde alcanzó el 18,3 por ciento.
Si bien no consiguió hacerse con la intendencia de Río de Janeiro, el PMDB consiguió ganar en un millar de distritos. En cambio, el PSDB además de conseguir ganar en unas 800 ciudades triunfó en primera vuelta en la mayor ciudad del país. San Pablo, donde su candidato Joao Doria, obtuvo el 53,2 por ciento de los votos rompiendo una larga tradición por la que era necesario definir el ganador en segunda vuelta.
El gran derrotado de estas elecciones municipales es el PT, que pasó de ser la tercera fuerza del país al décimo lugar en número de votos. Se advirtió el contragolpe de la destitución de Dilma Rousseff, la crisis económica y los múltiples escándalos de corrupción que salpican a numerosos líderes del partido hasta el propio ex presidente Inacio Lula da Silva.
El PT perdió San Pablo y el llamado cinturón rojo de la ciudad, incluido Sao Bernardo do Campo, cuna del partido y lugar de residencia de Lula, y ciudades emblemáticas como Porto Alegre, donde reside Rousseff desde que fue destituida.
Otros partidos más chicos han conseguido avances aglutinando los votos perdidos por los mayores partidos. Es el caso de Socialismo y Libertad (PSOL), que obtuvo buenos resultados en ciudades importantes y consiguió que su candidato en Río, Marcelo Freixo, pasara a la segunda vuelta para competir con el senador evangélico conservador Marcelo Crivella.
El próximo 30 de octubre se celebrará la segunda vuelta en para elegir intendentes y concejales en ciudades de más de 200.000 habitantes donde los candidatos no alcanzaron el domingo una ventaja suficiente.