Cada 7 de septiembre se conmemora la independencia de Brasil, nación que tuvo un proceso indenpendentista particular en América.
Podríamos decir que esto arrancó a comienzos del siglo XIX, porque mientras los ejércitos de Napoleón invadían Portugal, se tomó la decisión de trasladar al monarca y su familia a Río de Janeiro para preservar su integridad física.
La familia real permanecería en Brasil hasta 1821, cuestión que aceleraría el camino hacia la independencia, porque desde su instalación en tierras americanas, Brasil se convirtió en Sede del Reino Unido de Brasil, Portugal y Algarves.
Cuando el rey Juan VI regresó a Lisboa, dejó a su heredero en Río de Janeiro, con el título de Príncipe Regente. Más aún, en presencia de miembros de la sociedad colonial. El Rey le aconsejó:
“Pedro, hijo mío, cuando llegue el momento, coloca la corona en tu cabeza antes de que un aventurero se la ponga”.
A poco menos de un año del regreso de la Familia Real a Portugal, el 7 de septiembre de 1822, el Príncipe Heredero proclamó la Independencia de Brasil.
Mientras que las colonias españolas en América lucharon ferozmente por su Independencia.
Portugal y Brasil resolvieron el asunto por medio de negociaciones, luego de una breve guerra de Independencia (1822- 1824).
Joao Gilberto nos regala una Aquarela do Brasil …