Si bien no se especifica en qué consistirán los actos autorizados, cada guarnición realizará el evento que estime pertinente y para ello se emitirá un orden del día.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dio libertad al Ministerio de Defensa para que se realicen las “conmemoraciones debidas” al golpe militar de 1964 en Brasil, del que el próximo 31 de marzo, se cumplen los 55 años. “Nuestro presidente ya determinó al Ministerio de Defensa que haga las conmemoraciones debidas en relación al 31 de marzo de 1964, incluyendo un orden del día”, afirmó el vocero presidencial Otavio Rego Barros en declaraciones a periodistas.
En la comunicación no se especificó cómo serán las conmemoraciones, pero, tras ser cuestionado, señaló que los comandantes podrán realizar los actos que “consideren dentro de sus respectivas guarniciones” militares. Fuentes del Ministerio de Defensa señalaron a la agencia EFE que será un modo de recordar la fecha desde el punto de vista histórico y para ello se emitirá una “orden del día”, una nota que “hablará del acontecimiento”.
En 1964 el presidente Joao Goulart fue derrocado por militares, quienes instituyeron en Brasil una dictadura que se extendió hasta 1985, cuando Tancredo Neves fue elegido el primer presidente civil, pero en una votación realizada por el Congreso. No obstante, el portavoz de la Presidencia recalcó que el mandatario brasileño no considera el episodio de 1964 como un golpe militar. Bolsonaro, según Rego Barros, opina que “la sociedad reunida y percibiendo el peligro que el país estaba viviendo en aquel momento, se juntó a los civiles y militares” para “recuperar y reubicar” Brasil. “Si todo eso no hubiese ocurrido, hoy estaríamos teniendo algún tipo de gobierno aquí que no sería bueno para nadie”, agregó el portavoz.
A lo largo de su carrera política, Bolsonaro, que es un ex militar como lo es su vicepresidente, ha demostrado ser un nostálgico de la dictadura militar y durante el juicio político que despojó a Dilma Rousseff del poder, el entonces diputado dedicó su voto al coronel Carlos Alberto Brilhante, uno de los jefes del aparato represivo de la dictadura. Bolsonaro también afirmó que ese militar es para él una inspiración.
Según el informe de la Comisión de la Verdad, la dictadura militar de Brasil dejó 434 muertos y desaparecidos, así como numerosos casos de persecuciones y torturas.