El Gobierno amplió de 20.000 a 22.000 las hectáreas destinadas para ese fin. Y se quiere explicar a la comunidad internacional el uso que se le da al producto.
El Gobierno de Bolivia quiere salir a explicar las razones de su decisión de ampliar a 22.000 las hectáreas dedicadas al cultivo legal de la coca, para uso que no tiene relación con la producción de estupefacientes, siendo que la hoja de coca es utilizada ampliamente como estimulante y como infusión en el país.
Para el presidente Evo Morales, es una decisión soberana y se espera que la Unión Europea y el resto de la comunidad internacional “entienda razonablemente” los argumentos técnicos de la determinación tomada. Morales también consideró que ya no es tiempo de sumisión a Estados Unidos y Europa.
“Soberanamente tenemos que decidir. Ahora nuestra obligación, cuando tiene que ver con la comunidad internacional, (es) explicar y vamos a explicar con muchos argumentos”, anticipó en una conferencia de prensa en Cochabamba, donde confirmó que autoridades de Gobierno explicarán la nueva política de la coca ante la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes.
La administración de Morales decidió incrementar de 20.000 a 22.000 la extensión de cultivos legales de coca tras un conflicto desatado por los productores de la zona tradicional de los Yungas, que cuestionan la legalidad del cultivos en el Chapare. La ley 1008 solo reconocía 12.000 hectáreas en la zona tradicional.
Los países miembros de la Unión Europea (UE) decidieron “reenfocar” su cooperación con Bolivia para la lucha contra el narcotráfico, como efecto de la reciente promulgación de la Ley General de la Hoja de Coca. Pero se analiza que los países europeos no han comprendido el uso al que popularmente se le da al vegetal.
“Con el nuevo marco legislativo tenemos que reenfocar precisamente esta cooperación, porque la cooperación que tenemos con Bolivia es de apoyo presupuestario, es un acuerdo al que hemos llegado las dos partes, firmado al inicio de nuestro ciclo de cooperación, con unos objetivos establecidos comúnmente y estos objetivos con esta nueva ley nos resultan inalcanzables”, justificó el embajador de la UE en Bolivia, León de la Torre Krais. Sin embargo, Morales consideró que sería una contradicción que el bloque europeo no apoye la nueva política de la coca cuando hay menos cultivos que en el pasado. “Si la Unión Europea cooperaba cuando Bolivia tenía 37 mil hectáreas ¿cómo ahora no puede seguir cooperando?”, sostuvo.
El mandatario también planteó fiscalizar los avances en la disminución de la demanda en Estados Unidos porque considera que en el origen del narcotráfico está la demanda de drogas.
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