El economista Luis Arce, ganador en primera vuelta de las elecciones del domingo 18 de octubre en Bolivia, fue ministro de economía del gobierno de Evo Morales de 2006 a 2017, y es su delfín.
Arce es un hombre de consenso, que cuenta con la confianza total de Morales. Durante su primera gestión como responsable de la economía del país, Arce pudo servirse de los recursos que Bolivia recibió derivados del aumento de las materias primas, así como de la política de nacionalización parcial del sector de los hidrocarburos; fue también el responsable de conducir la política de endeudamiento del país, considerada exitosa a nivel internacional.
Es egresado de la Universidad Mayor de San Andrés y cuenta con una maestría en Inglaterra. Propone como línea general de su gobierno volver al modelo “social comunitario productivo, y promover la industrialización con sustitución de importaciones”, fórmula conocida en América Latina entre los años 1940-1960, consistente en promover las industrias locales que sustituyen importaciones.
Su plan económico propone el desarrollo de un “diésel ecológico”, la industrialización del litio boliviano, la renegociación del capital e intereses de la deuda externa, así como la promoción de una empresa boliviana de fármacos en base a la medicina tradicional.
Las diferencias entre su gestión como ministro y el presente son importantes. Los ingresos del país se han achicado por causa del coronavirus y la caída de los precios de las materias primas.
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